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lunes, 1 de octubre de 2012

Poesía en la vida

Moisés Aparici Pastor / Información de Alicante

Poesía en la vida

Con el rostro lleno de espiritualidad, preocupación, sosiego y deseo de seguir brillando, me imagino la sonrisa bella y lastimosa de algún enfermo a quien acaban de insuflar por sus venas poesía en la vida, sangre que no suele ser de su sangre y que penetra en su interior en medio de esa cascada melódica de silencio y esperanza, lo que en principio le aporta ilusión y tranquilidad. Ya lo decía el CTCV en agosto de 1986 durante su campaña por los pueblos «Para poder volver», pues no siempre damos a la donación de sangre su debido valor. ¿Acaso no es pura poesía respirar con esperanza, cerrar los ojos de atardecer y sentir como la sangre nueva aporta fuerza y vigor, sentir como hasta el sol se revela al otoño aportando su calor, calor que la sangre insuflada le ha trastocado en breve espacio de tiempo sus ojos apagados en ojos de nostalgia? No, no hay vínculos efímeros entre el donante y el enfermo, tampoco complacencia interior, pues el uno dona y ayuda a otros semejantes, mientras el otro tras oxigenar los pensamientos de su vida, percibe la ilusión y la esperanza de quien sabe que sigue teniendo fuerzas para luchar un día más. Poesía en forma de líquido elemento, de tejido humano, de glóbulos, de flores melancólicas que turban su corazón. Y es que un poco de tu sangre donada es eso, poesía en la vida de los enfermos. No lo olvides, dona sangre.