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sábado, 24 de septiembre de 2011

PASIÓN DE AMANECER

PASIÓN DE AMANECER


Despunta el día sobre dos sábanas de raso blanqueado y

despierto, carraspeo y froto mis ojos con las dos manos.

Los párpados se abren y buscan el entorno de la alcoba,

donde perciben tu templanza en suavidad de piel tostada.


El instinto y la pasión invaden mis sentidos y

adentran en conquista de unos labios deseados.

Mis ojos sedientos y felinos depositan la mirada

sobre la prominencia de tus cumbres onduladas.


Calores inexistentes abrasan sobre un deseo

que me imbuye en placer que nutre y volatiza.

Mis pupilas encandilan, chispean y contemplan

tus delicias en pre-degustación de enamorados.


Te contemplo en ensoñamiento que vuela sobre

mi mente y aterriza en el suspenso del ensueño.

Como partículas de polvo al trasluz: atrapadas

entre rayos de un sol naciente que al despertar

de alba penetran por el hueco de la ventana.


El corazón se me agita y golpea con saña.

La saliva me inunda, atraganta y percibo

soledad en quietud de mujer adormilada.


Mis ojos recorren cada poro de tu cuerpo y

el deseo no amaina, sino acrecienta, martiriza

e inunda hasta el último rincón de mi alma.


Agustín Conchilla