(Obra de Ramón Fernández, 2002)
No quiero tus abrazos
cadena perpetua son tus besos
pero no quiero el infierno que tu ausencia.
Tormento son tus abrazos,
pero no quiero un fin de semana sin ti.
No puedo huir de la gravedad de tu persona
no concibo un mundo sin tu tabaco,
sin tu amor con humos y música a tope.
Tu alma es de tabaco sin filtro
una vida bohemia y con engaños
paraíso de rechazos y discusiones
pero..., no puedo, no puedo rechazar
[tus besos con nicotina.
Somos culpables, cumpables de un amor
que arde en el fuego de infierno, pero te quiero,
no puedo huir de nuestra atracción fatal,
ni de la garra de tu mano de diablesa.
Yo te quiero aunque nos hundamos...
moriremos ahogados en humos venenosos,
pero juntos en la cama del diablo
malditos todos los convencionalismos.
malditos todos los que nos quieren separar.
Aunque yo no fume.
Palmeral