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jueves, 18 de marzo de 2021

Juan Gelman en la revista "Poesía más Poesía".

 

121. Poesía más Poesía: Juan Gelman

Dirigida por mujeres: Helena Trujillo, Norma Menassa, Olga de Lucía, Layra López, Cruz González, Clémence Looni y Virginia Valdominos.

JUAN GELMAN

Biografía

Juan Gelman nació en Buenos Aires, en el número 300 de la calle Canning —actual Scalabrini Ortiz— en Villa Crespo, el 3 de mayo de 1930. Muere en México, D. F., el 14 de enero de 2014.
Exiliado durante la dictadura militar iniciada en 1976, retornó a la Argentina en 1988 aunque se radicó en México.
Fue el tercer hijo (el único nacido en Argentina) de un matrimonio de inmigrantes judíos ucranianos, José Gelman y Paulina Burichson.
Aprendió a leer a los 3 años y pasó su infancia andando en bicicleta, jugando al fútbol y leyendo. Desde niño fue simpatizante de Atlanta, el club de fútbol del barrio, donde años después le pondrían su nombre a la biblioteca, algo que consideró «el homenaje más grande de su vida».


Comenzó a escribir poemas de amor cuando tenía nueve años y publicó el primero a los once (1941) en la revista Rojo y Negro.
“Empecé a escribir poemas a los nueve años. Claro que fue por una chica. Al principio le mandaba versos de un argentino del siglo XIX, Almafuerte, pero no me hizo caso. Así que decidí probar yo mismo. Tampoco me hizo caso. Ella siguió por su camino y yo me quedé con la poesía.”
Realizó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires. A los quince años ingresó a la Federación Juvenil Comunista. En 1948, comenzó a estudiar Química en la Universidad de Buenos Aires, pero abandonó poco después para dedicarse de pleno a la poesía, formando parte de la corriente llamada Nueva poesía (1955-1967).
En 1959, influenciado por la Revolución Cubana comenzó a adherir a la vía de la lucha armada en Argentina y a disentir con la postura del Partido Comunista (PC).
Durante la presidencia de Guido, en 1963, fue encarcelado con otros escritores por pertenecer al PC en el marco del plan represivo CONINTES, hecho que provocó movimientos de solidaridad y publicaciones de sus poemas en protesta por su detención.
Con otros jóvenes que también habían abandonado el comunismo, como José Luis Mangieri y Juan Carlos Portantiero, formó el grupo Nueva Expresión y la editorial La Rosa Blindada que difundía libros de izquierda rechazados por el marxismo ortodoxo.

En la montaña mendocina, cuando Gelman fue presentar su long play Madrugada.De pie, de izquierda derecha Rodolfo Braceli, Juan Gelman y Paco Urondo. Abajo el Tata Cedrón (al centro) y sus dos músicos.


Comenzó a trabajar como periodista en la revista Confirmado en 1966; fue jefe de redacción de Panorama (1969), secretario de redacción y director del suplemento cultural del diario La Opinión (1971-1973), secretario de redacción de la revista Crisis (1973-1974) y jefe de redacción del diario Noticias (1974 donde, según el autor, transcurrieron los mejores momentos de su vida en los medios).
En 1971 fue coguionista de la película Por los senderos del Libertado, dirigido por Jorge Cedrón.
En 1967, se integró a la recién formada organización guerrillera Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), de orientación guevarista, que combatió contra la dictadura militar autodenominada Revolución Argentina (1966-1973). El 12 de octubre de 1973, FAR oficializó su fusión con el movimiento armado Montoneros. Fue uno de los principales dirigentes de la dirección de Montoneros entre 1973 y 1979, sirviendo como secretario de prensa de Montoneros para Europa, hasta su alejamiento en 1979. En la jerarquía montonera, llegó a teniente.
En abril de 1975, viajó a Roma con su compañera de ese momento, Lilí Massaferro, enviado por Montoneros para hacer relaciones públicas y denuncias internacionales sobre la violación de derechos humanos en la Argentina, durante el gobierno de Isabel Perón (1974-1976). En esa misión se encontraba cuando se produjo el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, que impuso un régimen de terrorismo de estado que causó la desaparición de 30.000 personas.
Salvo un breve regreso clandestino ese año, permaneció exiliado en Roma, Madrid, Managua, París, Nueva York y México trabajando como traductor de la Unesco. Sus gestiones lograron el primer repudio a la dictadura publicado en 1976 en el diario Le Monde por parte de varios jefes de gobierno y de la oposición europeos, entre ellos François Mitterrand y Olof Palme.
Cuando abandonó sus funciones, expresó en un comunicado que lo hacía para «proseguir la lucha revolucionaria contra la dictadura y por la liberación del pueblo argentino».
Gelman expuso sus argumentos en una carta dirigida a su amigo Rodolfo Puiggrós y en un artículo publicado en Le Monde en febrero de 1979. A raíz de ello, fue acusado por Montoneros de traición y condenado a muerte.
Luego de que asumiera el gobierno democrático de Raúl Alfonsín, el 10 de diciembre de 1983, continuaron abiertas causas judiciales en las que se investigaban homicidios y otros delitos imputados a Montoneros, en las que tenía ordenada su captura, por lo cual no regresó al país.


Esto ocasionó protestas de escritores de todo el mundo, entre ellos Gabriel García Márquez, Augusto Roa Bastos, Juan Carlos Onetti, Alberto Moravia, Mario Vargas Llosa, Eduardo Galeano, Octavio Paz, etc. A comienzos de 1988 la justicia dejó sin efecto la orden de captura y Gelman volvió en junio, luego de trece años de ausencia, pero decidió radicarse en México.
Hacia 1987, publicó Contraderrota. Montoneros y la Revolución Perdida.
El 8 de octubre de 1989 fue indultado por el presidente Carlos Menem, junto a otros 64 exintegrantes de organizaciones guerrilleras y a los militares acusados de violaciones a los Derechos Humanos.
Rechazó la medida y protestó con una nota en Página/12: “Me están canjeando por los secuestradores de mis hijos y de otros miles de muchachos que ahora son mis hijos”.

LAMENTO POR EL ARBOLITO DE PHILIP

philip se sacó la camisa servil
llena de tardes de oficina y sonrisas al jefe
y asesinatos de su niño románticamente hablando
su niño operado cortado transplantado injertado
de bucólicas primaveras y Ginger Street volando alto
                                                                  [verdadera
en la tarde de agosto cruel o gris
se quedó en pecho philip y cuando
se quedó en pecho hizo el recuento feliz de cuando:
le sacó la lengua al maestro (a espaldas del maestro)
le hizo la higa a la patria potestad (a espaldas de la patria
                                                                      [potestad)
formó cuernitos con la mano contra toda invasión maternal
                            [(a espaldas de toda invasión maternal)
se burló del ejército la iglesia (a espaldas del ejército la
                                                                         [iglesia)

en general de cuando
ejerció su rebelde corazón (dentro de lo posible)
fortificó sus entretelas acostumbradas al vacío (siempre que
                                                       [el tiempo lo permitía)
engañó a su mujer (con permiso)
philip era glorioso esas noches de whisky y hasta vino
exóticamente consumido con referencias a la costa del sol
una palabra encantadora lo detenía semanas y semanas a su
                                                                           [alrededor
sol por ejemplo
o sol digamos
o la palabra sol
como si philip buscara lejos de la sociedad industrial
fuentes de luz fuentes de sombra fuentes

qué coraje hablar del sol

como suele ocurrir philip murió
una tarde lenta amarilla buena callada en los tejados
no hablaremos de cómo lo lloró su mujer (a sus espaldas)

o el ejército la iglesia (a sus espaldas)
o el mundo en particular y en general súbitamente de espaldas:
su viuda le plantó un arbolito sobre la tumba en Cincinnati
que creció bendecido por los jugos del cielo
y también se curvó
Y si alguien piensa que lo triste es la vida de philip
fíjese en el arbolito le ruego
fíjese en el arbolito por favor
hay varias formas de ser mejor dicho
muchas formas de ser:
llamarse Hughes
hablar arameo mojarlo con té
estallar contra la tristeza del mundo
pero a ustedes les pido que se fijen
en el curvado arbolito
tiernamente inclinado sobre philip
su pecho en pena en piel como se dice
ni un pajarito nunca
cantó o lloró sobre ese árbol
verde y todo inclinado
inclinado.

El 26 de agosto de 1976 fueron secuestrados sus hijos Nora Eva (19) y Marcelo Ariel (20), junto a su nuera María Claudia Irureta Goyena (19), quien se encontraba embarazada de siete meses. Su hijo, su hija y su nuera desaparecieron junto a su nieta nacida en cautiverio. En 1978 Gelman supo a través de la Iglesia católica que su nuera había dado a luz, sin precisar dónde ni el sexo.
El 7 de enero de 1990 el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó los restos de Marcelo, encontrados en un río de San Fernando (Gran Buenos Aires), dentro de un tambor de grasa lleno de cemento, asesinado de un tiro en la nuca.


En 1998, Gelman descubrió que su nuera había sido trasladada a Uruguay a través del Plan Cóndor, que vinculaba a las dictaduras sudamericanas y Estados Unidos, y que había sido mantenida con vida al menos hasta dar a luz a una niña en el Hospital Militar de Montevideo.
A raíz de ello, exigió la colaboración de los Estados argentino y uruguayo en la investigación con el fin de hallar a su nieta. Gelman topó con la oposición, a investigar, del presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, con quien entabló un debate público, en el que volvió a ser apoyado por destacados intelectuales y artistas como Günter Grass, Joan Manuel Serrat, Darío Fo, José Saramago, Fito Páez.
En 2000, al mes de asumir el nuevo presidente de Uruguay, Jorge Batlle, la nieta, de nombre Macarena fue encontrada y Gelman pudo reunirse con ella. Luego de verificar su identidad, la joven decidió tomar los apellidos de sus verdaderos padres.
En 1999, Gelman exigió en público al jefe del Ejército Argentino, general Martín Balza, la investigación del secuestro y asesinato de su hijo, aportándole el nombre y documentación sobre el supuesto responsable inmediato del crimen, el general Eduardo Rodolfo Cabanillas.
Luchaba aún por encontrar los restos de su hija y de su nuera. Se había fijado 2008 para llevar a juicio oral y público a los militares y civiles acusados de dar muerte a Marcelo Ariel y a otras cuatro personas, además de ser responsables de secuestros y torturas de otros 60 ciudadanos en el centro clandestino de detención Automotores Orletti.

Juan Gelman con su nieta Macarena.


Carta abierta a mi nieto (fragmento). Escrita en 1995 y publicada en Brecha, el 23 de diciembre de 1998. Gelman la incluyo posteriormente en su libro Hechos)
“Me resulta muy extraño hablarte de mis hijos como tus padres que no fueron. No sé si sos varón o mujer. Sé que naciste…
Ahora tenés casi la edad de tus padres cuando los mataron y pronto serás mayor que ellos. Ellos se quedaron en los 20 años para siempre. Soñaban mucho con vos y con un mundo más habitable para vos. Me gustaría hablarte de ellos y que me hables de vos. Para reconocer en vos a mi hijo y para que reconozcas en mí lo que de tu padre tengo: los dos somos huérfanos de él. Para reparar de algún modo ese corte brutal o silencio que en la carne de la familia perpetró la dictadura militar. Para darte tu historia, no para apartarte de lo que no te quieras apartar. Ya sos grande.”

UNA MUJER Y UN HOMBRE

Una mujer y un hombre llevados por la vida,
una mujer y un hombre cara a cara
habitan en la noche, desbordan por sus manos,
se oyen subir libres en la sombra,
sus cabezas descansan en una bella infancia
que ellos crearon juntos, plena de sol, de luz,
una mujer y un hombre atados por sus labios
llenan la noche lenta con toda su memoria,
una mujer y un hombre más bellos en el otro
ocupan su lugar en la tierra.

En 1955, fue uno de los fundadores, junto a otros jóvenes poetas, del grupo literario El Pan Duro. Proponían una poesía vinculada a la acción política, «eminentemente popular», el uso de un lenguaje coloquial vinculado a temas urbanos y que siguiera la cadencia tanguera.
El grupo reconocía la influencia inmediata de César Vallejo y Raúl González Tuñón y con este último del Grupo Boedo que, en la década de 1920 inauguró la literatura social en Argentina.
Sostenían que «la poesía es un artículo de primera necesidad como el pan y el fusil…” El grupo El pan duro estaba integrado por jóvenes poetas como José Luis Mangieri, Héctor Negro, Hugo Ditaranto, Juan Hierba (Nemirosky), Carlos Somigliana, Julio César Silvain, Juana Bignozzi, Navalesi, Harispe, Mezzera, Mase, todos como él militantes de la Juventud Comunista.

Juan Gelman con Gabriel García Márquez


Gelman se destacaba en el grupo por su calidad y también por una posición radical de la poesía como actitud de absoluta libertad, en contradicción con el mundo, para anticipar un nuevo mundo.
Era la suya una poesía peligrosamente atrevida en sus planteamientos más esenciales, una sentida inconformidad, una suerte de grito a todo pulmón, a pesar de las consecuencias que el gritar de ese modo podía acarrearle al autor. No es de extrañar que Gelman fuera a la cárcel por lo menos en dos ocasiones.
La primera edición del grupo fue el primer libro de poemas de Gelman, Violín y otras cuestiones, en 1956, con prólogo de González Tuñón, que fue vendido por sus propios integrantes hasta agotarlo. Para su difusión concurrían «a sindicatos y a bibliotecas populares, a clubes y teatros independientes, a facultades y patios de conventillos, a sociedades de fomento y a todo lugar donde se lo necesita el pan duro pero luminoso de la nueva poesía».
Ya para entonces, su poesía y la del grupo intentaba construirse a partir del lenguaje cotidiano y romper con lo que estaba en boga, liderado por el discurso y los patrones estéticos que había establecido Pablo Neruda.
En 1959 publicó El juego en que andamos y en 1961, Velorio del solo, pero la ruptura habría de concretarse al año siguiente con su cuarto libro, Gotán, que marcaría también su alejamiento del grupo El pan duro, debido a sus disidencias con la línea política del Partido Comunista en la Argentina
Gotán quiere decir “tango” al vesre, una modalidad del lunfardo, el habla popular rioplatense. Su cuarto libro es al mismo tiempo, cierre de su etapa inicial con El pan duro y consolidación de una nueva corriente poética que se conoció como nueva poesía hispanoamericana. La nueva poesía no se proponía sólo cambiar el mundo, como en Neruda, sino también cambiar la palabra misma. Ésta sería desde entonces la característica central de la poesía gelmaniana y de cada uno de los libros que iría publicando.

Juan Gelman y Rodolfo Alonso Foto Javier Naranjo


En Gotán Gelman introduce el humor y el absurdo como componentes cotidianos del hombre y la mujer del pueblo. En simultáneo, otros poetas latinoamericanos seguían el mismo camino como Nicanor Parra en Chile, Ernesto Cardenal en Nicaragua, Roque Dalton en El Salvador, Antonio Cisneros en Perú, Mario Benedetti en Uruguay, Roberto Fernández Retamar en Cuba.
La nueva poesía hispanoamericana buscaba acercar la poesía al habla popular y a las cosas del hombre y la mujer común, pero sin recurrir al estilo panfletario y directo que había caracterizado a la poesía social de los años 1930 y 40, y sobre todo con el compromiso personal. La propuesta poética que sostiene en Gotán es que el poeta mismo debe comprometerse con el cambio del mundo: «ni a irse ni a quedarse, a resistir».
El poeta debe ser uno más del pueblo y compartir con el pueblo sus alegrías y tristezas, y sobre todo su suerte. Es aquí donde su oposición con Neruda se extrema: el poeta para Gelman no es el ser elegido de Neruda, sino otra persona común, uno más.
La elección de la palabra «tango» al revés («gotán») para titular su libro tiene hondas implicancias. En primer lugar, concebir su propia poesía como tango, es decir con una cadencia y un ritmo propios de «la ciudad en que nací». Pero también significó acercarse a la que por entonces era la música popular por excelencia en América Latina (Gelman mismo era un joven «milonguero»), con el fin de compartir códigos y guiños masivos, pero jugando con los mismos con humor e ironía, para evitar caer en lugares comunes.
Toma del tango su característica de reflexión existencial y trágica. Sus poemas tangueros implican el hallazgo de un formato capaz de conducir su proyecto poético: ruptura, compromiso y cotidianeidad popular. Gelman dice que si para Borges «el tango es una manera de caminar» para él «el tango es una manera de conversar».
Si Gotán marcó la ruptura con la poesía nerudiana, Cólera buey marca la consolidación de un nuevo estilo poético.
En 1969, Gelman publicó su sexto libro, Traducciones III. Los poemas de Sidney West. Se trata de un juego delirante, en el que Gelman inventa a un supuesto poeta estadounidense, llamado Sidney West, al que le atribuye los poemas que él dice estar traduciendo. En realidad la idea es una continuación de los poemas Traducciones I y Traducciones II, incluidos en su libro anterior, Cólera buey, en los que los poetas inventados se llaman John Wendell y Yamanocuchi Ando.
En este libro, alcanza una extrema libertad de lenguaje, combinada con el humor, la ficción y el relato de historias pequeñas, de gente simple, de un supuesto pequeño pueblo estadounidense.
Gelman va a volver a utilizarlo en su séptimo libro, Fábulas (1971), pero ahora para hablar de personajes imaginarios o históricos.
En 1973, ya recuperada la democracia y establecido en el gobierno el presidente Héctor Cámpora, perteneciente a la izquierda peronista, publicó su octavo libro Relaciones. En esa obra, comienza a utilizar con insistencia la pregunta, a fin de invitar a la reflexión abierta. Por otra parte sus frases comienzan a ser más y más fragmentarias, compuestas de palabras balbuceadas, atadas al ritmo de su propio fluir. También aquí comenzó a utilizar barras para señalar ritmos y significados, un recurso que mantendría hasta Incompletamente (1997).
Durante siete años (1973-1980), no publicaría ningún libro. En 1980 sacó Hechos y relaciones, que son dos libros, una reedición de Relaciones (1973) y uno nuevo, Hechos (1980). Escribe sobre la lucha contra la dictadura, la derrota, el exilio y las muertes, pero sobre todo a partir de Hechos, su poesía incluye el dolor y el desgarramiento interno, capaz de transmitir una conmoción emocional pocas veces alcanzada en la poesía. Puede decirse que la extrema barbarie de la dictadura argentina tuvo en Gelman al poeta que la desnudó.
En 1982, publicó Citas y Comentarios, dos libros impresos juntos correspondientes a poemas escritos entre 1978 y 1979. Se trata de poemas construidos a partir de frases de otros, muchos de ellos pertenecientes al Siglo de Oro Español del siglo XVI, entre ellos, santos como Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, tangueros como Homero Manzi y Alfredo Le Pera, un poeta maldito como Baudelaire, un pintor frecuentador de la locura como Van Gogh, etc.
Se trata de una poesía de diálogo, de búsqueda y de reflexión, hermética e impecable. Estos poemas están en estrecha relación con Dibaxu, un libro de poemas en sefardí escritos en esa época, pero publicados en la década siguiente.
Escribí los poemas de Dibaxu en sefardí, de 1983 a 1985. Soy de origen judío, pero no sefardí, y supongo que eso algo tuvo que ver con el asunto. Pienso, sin embargo, que estos poemas, sobre todo, son la culminación o más bien el desemboque de Citas y Comentarios, dos libros que compuse en pleno exilio, en 1978 y 1979, y cuyos textos dialogan con el castellano del siglo XVI. Como si buscar el sustrato, hubiera sido mi obsesión. Como si la soledad extrema del exilio me empujara a buscar raíces en la lengua, las más profundas y exiliadas de la lengua.
Publica en 1980 Bajo la lluvia ajena, Composiciones (1983-84), Hacia el sur (1982), Eso (1983-84)
A comienzos de 1988, la justicia dejó sin efecto la orden de captura; en junio, volvió al país pero decidió radicarse en México.
Anunciaciones (1988), Interrupciones I (1988), Interrupciones II (1988) y Carta a mi madre (1989). Se trata de poemas afectados por la desazón.
En 1989, Gelman publicó uno de sus libros cumbre, Carta a mi madre, motivado en la muerte de ella por cáncer hacia 1982, cuando él se encontraba exiliado en París y trataba de obtener un pasaporte falso para a volver a verla antes de morir. El libro mismo es un largo poema. Eduardo Galeano lo describe como una obra en la que «el hijo rescata desesperadamente a la madre muerta, se impone a sí mismo su esencia, la percibe, la escucha, casi la toca con las palabras que fueron, que son de ambos todavía».
En esta década y en la siguiente, los argentinos descubrirían la poesía desgarradora y desgarrada de Gelman, una de las expresiones más profundas de la tragedia padecida por los latinoamericanos, que había sido silenciada por la censura de la dictadura.

Con sus nietos.


En los años 1990, publicó tres libros de poesía (Salarios del impío, 1993; Dibaxu, 1994; e Incompletamente, 1997) y sus primeros tres libros en prosa (Prosa de prensa, 1997; Ni el flaco perdón de Dios/Hijos de desaparecidos, 1997; y Nueva prosa de prensa, 1999). Dentro de la habitual originalidad y libertad expresiva de cada nueva producción de Gelman, sus trabajos de la década de 1990 llaman la atención por la irrupción destacada de la prosa.
En Salarios del impío (1993) y sobre todo en Incompletamente (1997), un libro de sonetos, desarrolla un lenguaje incapaz de completarse. Por ese camino llega al soneto, como forma poética de lo incompleto, como pieza residual en el proceso fallido de crear una obra mayor.
En esos trabajos hay dos temas preeminentes: el Holocausto y el genocidio de la última dictadura argentina. Entre los artículos se destaca Miradas sobre el robo de bebés en la dictadura argentina, que él califica como «el peor de los crímenes» en el que «el bebé era robado hasta la mirada de su madre».
Su tercer libro de prosa, Ni el flaco perdón de Dios/Hijos de desaparecidos (1997), realizado con su compañera Mara La Madrid, está dedicado a ceder su propia palabra para dársela a los hijos de los desaparecidos y significar su lugar en la sociedad Argentina, a través de sus testimonios directos.
En la primera década del siglo XXI, habiendo entrado en su séptima década de vida, publicó cuatro libros: Valer la pena (2001), País que fue será (2004), Miradas (2006) y Mundar (2007).
En 2004 publicó País que fue será (2004), integrado por 89 poemas: «cuando el dolor se parece a un país/ se parece a mi país». El libro fue premiado en la Feria del Libro de Buenos Aires como el mejor de ese año.
“Han tenido que pasar 28 años desde lo que ocurrió para que yo pudiera escribir este libro… Yo realmente no creo que el dolor desaparezca nunca, pero lo que mejoró, digamos, es la convivencia con ese dolor y la relación con mi país.”

Con su esposa Mara La Madrid.


Miradas (2006) está compuesto por 77 textos en prosa recopilados. En 2007 publicó Mundar, un poderoso verbo de su invención, relacionado con vivir el mundo, o hacer del mundo un mundo.
De atrásalante en su porfía, 2009. Bajo la lluvia ajena, 2009. El emperrado corazón amora, 2011. Hoy, 2013.
Fue el cuarto argentino galardonado con el Premio Miguel de Cervantes, luego de Jorge Luis Borges, Ernesto Sábato y Adolfo Bioy Casares. Se lo considera uno de los grandes poetas contemporáneos de habla hispana, y un «expresionista del dolor».
Hasta su fallecimiento vivió en México y fue columnista del diario argentino Página/12. A su muerte, la Presidencia de la Nación Argentina decretó tres días de duelo nacional.
Antologías poéticas: Publicadas en Buenos Aires, Cuba, Uruguay y México.

Recibiendo el Premio Cervantes de manos del Rey Juan Carlos I.

Premios:

.el italiano Mondello (1980),
.el Boris Vian (1987),
.el Nacional de Poesía argentino (1997),
.el de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (2000),
.los Premio Konex de Platino 2004: Poesía Quinquenio 1994-1998; Konex 1994: Poesía Quinquenio 1989-1993 y Konex 2014: Poesía Quinquenio 2009-2013 (post mortem),
.el Iberoamericano de Poesía «Pablo Neruda» (2005) y
.el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2005).
.El 29 de noviembre de 2007 ganó el Premio Cervantes, el más prestigioso de la literatura en español,
.Premio Leteo (2012) y varios otros.


El 25 de abril de 2008 depositó un mensaje en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes que no se abrirá hasta el año 2050.

ORACIÓN DE UN DESOCUPADO

Padre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.

Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío.
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así.
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello
porque no puedo más, tengo riñones
y soy un hombre,
bájate, ¿qué han hecho
de tu criatura, Padre?
¿Un animal furioso
que mastica la piedra de la calle?

De Violín y otras cuestiones, 1956

EL JUEGO EN QUE ANDAMOS

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.

Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.

Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.

De El juego en que andamos, 1956-58

ARTE POÉTICA

Entre tantos oficios ejerzo éste que no es mío,
como un amo implacable
me obliga a trabajar de día, de noche,
con dolor, con amor,
bajo la lluvia, en la catástrofe,
cuando se abren los brazos de la ternura o del alma,
cuando la enfermedad hunde las manos.
A este oficio me obligan los dolores ajenos,
las lágrimas, los pañuelos saludadores,
las promesas en medio del otoño o del fuego,
los besos del encuentro, los besos del adiós,
todo me obliga a trabajar con las palabras, con la sangre.
Nunca fui el dueño de mis cenizas, mis versos,
rostros oscuros los escriben como tirar contra la muerte.

De Velorio del solo, 1961

MARÍA LA SIRVIENTA

Se llamaba María todo el tiempo de sus 17 años,
era capaz de tener alma y sonreír con parajitos,
pero lo importante fue que en la valija le encontraron
un niño muerto de tres días envuelto en diarios de la casa.

Qué manera era esa de pecar de pecar,
decían las señoras acostumbradas a la discreción
y en señal de horror levantaban las cejas
con un breve vuelo no desprovisto de encanto.

Los señores meditaron rápidamente sobre los peligros
de la prostitución o de la falta de prostitución,
rememoraban sus hazañas con chiruzas diversas
y decían severos: desdeluegoquerida.

En la comisaría fueron decentes con ella,
sólo la manosearon de sargento para arriba,
pero María se ocupaba de llorar,
los pajaritos se le despintaron bajo la lluvia de lágrimas.

Había mucha gente desagradada con María
por su manera de empaquetar los resultados del amor
y opinaban que la cárcel le devolvería la decencia
o por lo menos francamente la haría menos bruta.

Aquella noche las señoras y señores se perfumaban con ardor
por el niño que decía la verdad,
por el niño que era puro,
por el que era tierno,
por el bueno,
en fin,
por todos los niños muertos que cargaban en las valijas del alma
y empezaron a heder súbitamente
mientras la gran ciudad cerraba sus ventanas.

De Gotán, 1962-68

HÉROES

los soles solan y los mares maran
los farmacéuticos especifican
dictan bellas recetas para el pasmo
se desayunan en su gran centímetro

a mí me toca gelmanear
hemos perdido el miedo al gran caballo
nos acontecen hachas sucesivas
y se amanece siempre en los testículos

no poco cosa es que ello suceda
vista la malbaraja del amor estos días
los mazos de catástrofes las deudas
amados sean los que odian
hijos que comen por mis hígados
y su desgracia y gracia es no ser ciegos
la gran madre caballa
el gran padre caballo
a gelmanear a gelmanear les digo
a conocer a los más bellos
los que vencieron con su gran derrota

De Cólera Buey, 1962-68

CORAJES

es enorme la tristeza que un hombre y una mujer pueden
hacerse entre sí
como enormes son esos dos pajaritos parados en la rama
picoteándose
y enorme es el mismo árbol con lluvias bajo el sol
que se le ven en la cara
 
¿lloverá? ¿no lloverá? ¿cantarán
los pajaritos esos mismos? ¿seguirá la enorme
tristeza manando creciendo como un lago o mar
entre un hombre y una mujer?
 
¿volará la tristeza entre árbol y árbol?
¿como pasos solitarios en una habitación?
¿como madréporas por aire?
¿como tablones como puentes pero desolados desamados?
 
una ramita ha caído en el lago y navega
es enorme la tristeza que un hombre y una mujer pueden
hacerse entre sí
como enorme es la navegación de la ramita en el lago
mojada de su propio coraje.

De Relaciones, 1971-73

SÁBANAS

duerme hijo mío duerme entre sábanas de grappa
aún te abrigaré con toda la botella
mientras la muerte ronda esta casa
y no necesita tocar el timbre golpear

la puerta para entrar/la muerte
es una novia fea con la que hay que vivir en estos días
con la que hay que morir en estos días
tu rostro hijo mío es un fulgor en la noche

un fulgor en la noche de los verdugos
es tu rostro hijo mío un fulgor
y por él vivo y muero en estos días
hijo mío en la noche de los verdugos y

creo en la claridad de los gemidos
en la claridad o luz que cae de los llantos
la claridad que cae de la carne golpeada
torturada matada la claridad
que cae de tu rostro o fulgor
para esta noche larga y el lecho donde yago
entre sábanas de fierro
sin dormir/rosa-rosae

De Hechos, 1974-78

COMENTARIO IV
(santa teresa)

y habiendo muchos pajaritos y silbos en la/
parte superior del pensamiento o cabeza/y ruidos
en la cabeza como un mar/o lamentos/
o vientos o movimientos/soles

que chocan entre sí/se apagan/arden/o potencias
como miles de bestias que pisan
el arrabal del alma/es decir padeciendo
los trabajos terribles/aún así

ocurre el alma entera en su quietud/
o deseo/o claridad no tocada
por pena/menosprecio/miseria/
sufrimiento o ruindad/entonces

¿qué es esta paz sin venganza/o memoria
de cielo por venir/o ternura
que baja de tus manos/manantial
donde los pajaritos de la parte superior del pensamiento
van a beber/pían dulces/o callan
como luz que viniese de vos/alita
que vuela suave sobre guerra y fatiga
como vuelo de la misma pasión?

De Comentarios, 1978-79

NOTA I

te nombraré veces y veces.
me acostaré con vos noche y día.
noches y días con vos.
me ensuciaré cogiendo con tu sombra.
te mostraré mi rabioso corazón.
te pisaré loco de furia.
te mataré los pedacitos.
te mataré una con paco.
otro lo mato con rodolfo.
con haroldo te mato un pedacito más.
te mataré con mi hijo en la mano.
y con el hijo de mi hijo/muertito.
voy a venir con diana y te mataré.
voy a venir con jote y te mataré.
te voy a matar/derrota.
nunca me faltará un rostro amado para matarte otra vez.
vivo o muerto/un rostro amado.
hasta que mueras/
dolida como estás/ya lo sé.
te voy a matar/yo
te voy a matar.

De Notas, 1979

NOTA XV

Yo quisiera saber qué misterio había entre nosotros/
compañeros/combatientes/maravillas al sol/
sol ellos mismos/ofertados
a la vida/a la muerte/al misterio del tiempo que vendrá/

¿eh compañeros?/empezamos temprano a criticar
los e/horrores de la conducción nacional/el sectarismo/el
triunfalismo/el
militarismo fatal/sin embargo seguíamos
ofertados a la vida/la muerte/¿qué misterio humilde

nos atacaba el corazón/tejido
con dolores/corajes/dudas/corazón/
abierto al tiempo que vino/a nuestro pueblo que
sufre y ya no debiera sufrir más?/compañeros
que ese misterio hizo vivir/morir/
y vos/cuerpo que aguanto/¿hasta cuándo me vas a aguantar?/
¿vas a aguantar la sangre que me cae en el alma?/sangre
de compañeros misteriosos me moja/

compañeros/incandescencias que
queman el aire alrededor
de estas palabras que piso
para tratar de respirar

De Notas, 1979

III

Yo no me voy a avergonzar de mis tristezas, mis nostalgias. Extraño la callecita donde mataron a mi perro, y yo lloré junto a su muerte, y estoy pegado al empedrado con sangre donde mi perro se murió, existo todavía a partir de eso, existo de eso, soy eso, a nadie pediré permiso para tener nostalgia de eso.
¿Acaso soy otra cosa? Vinieron dictaduras militares, gobiernos civiles y nuevas dictaduras militares, me quitaron los libros, el pan, el hijo, desesperaron a mi madre, me echaron del país, asesinaron a mis hermanitos, a mis compañeros los torturaron, deshicieron, los rompieron. Ninguno me sacó de la calle donde estoy llorando al lado de mi perro. ¿Qué dictadura militar podría hacerlo? ¿Y qué militar hijo de puta me sacará del gran amor de esos crepúsculos de mayo, donde la ave del ser se balancea ante la noche?
No era perfecto mi país antes del golpe militar. Pero era mi estar, las veces que temblé contra los muros del amor, las veces que fui niño, perro, hombre, las veces que quise, me quisieron. Ningún general le va a sacar nada de eso al país, a la tierrita que regué con amor, poco o mucho, tierra que extraño y que me extraña, tierra que nada militar podrá enturbiarme o enturbiar.
Es justo que la extrañe. Porque siempre nos quisimos así: ella pidiendo más de mí, yo de ella, dolidos ambos del dolor que el uno al otro hacía, y fuertes del amor que nos tenemos.
Te amo, patria, y me amás. En ese amor quemamos imperfecciones, vidas.

De Bajo la lluvia ajena, 1980

SOBRE LA POESÍA

habría un par de cosas que decir/
que nadie lee mucho/
que esos nadie son pocos/
que todo el mundo está con el asunto de la crisis mundial/ y
con el asunto de comer cada día/se trata
de un asunto importante/recuerdo
cuando murió de hambre el tío juan/
decía que ni se acordaba de comer y que no había problema/
pero el problema fue después/
no había plata para el cajón/
y cuando finalmente pasó el camión municipal a llevárselo
el tío juan parecía un pajarito/
los de la municipalidad lo miraron con desprecio o desdén/
murmuraban
que siempre los están molestando/
que ellos eran hombres y enterraban hombres/y no
pajaritos como el tío juan/especialmente
porque el tío estuvo cantando pío-pío todo el viaje
hasta el crematorio municipal/
y a ellos les pareció un irrespeto y estaban muy ofendidos/
y cuando le daban un palmetazo para que se callara la boca/
el pío-pío volaba por la cabina del camión y ellos sentían que
les hacía pío-pío en la cabeza/el
tío juan era así/le gustaba cantar/
y no veía por qué la muerte era motivo para no cantar/
entró al horno cantando pío-pío/salieron sus cenizas y piaron un rato/
y los compañeros municipales se miraron los zapatos grises de vergüenza/pero
volviendo a la poesía/
los poetas ahora la pasan bastante mal/
nadie los lee mucho/esos nadie son pocos/
el oficio perdió prestigio/para un poeta es cada día más difícil
conseguir el amor de una muchacha/
ser candidato a presidente/que algún almacenero le fíe/
que un guerrero haga hazañas para que él las cante/
que un rey le pague cada verso con tres monedas de oro/
y nadie sabe si eso ocurre porque se terminaron
las muchachas/los almaceneros/los guerreros/los reyes/
o simplemente los poetas/
o pasaron las dos cosas y es inútil
romperse la cabeza pensando en la cuestión/
lo lindo es saber que uno puede cantar pío-pío
en las más raras circunstancias/
tío juan después de muerto/yo ahora
para que me quierás/

Ha muerto un hombre y están juntando su sangre en cucharitas,
querido juan, has muerto finalmente.
De nada te valieron tus pedazos
mojados en ternura.
Cómo ha sido posible
que te fueras por un agujerito
y nadie haya ponido el dedo
para que te quedaras.
Se habrá comido toda la rabia del mundo
por antes de morir
y después se quedaba triste triste
apoyado en sus huesos.
Ya te abajaron, hermanito,
la tierra está temblando de ti.
Vigilemos a ver dónde brotan sus manos
empujadas por su rabia inmortal.

De Hacia el sur, 1982

LLUVIA

hoy llueve mucho, mucho,
y pareciera que están lavando el mundo
mi vecino de al lado mira la lluvia
y piensa escribir una carta de amor/
una carta a la mujer que vive con él
y le cocina y le lava la ropa y hace el amor con él
y se parece a su sombra/
mi vecino nunca le dice palabras de amor a la mujer/
entra a la casa por la ventana y no por la puerta/
por una puerta se entra a muchos sitios/
al trabajo, al cuartel, a la cárcel,
a todos los edificios del mundo/
pero no al mundo/
ni a una mujer/ni al alma/
es decir/ a ese cajón o nave o lluvia que llamamos así/
como hoy/que llueve mucho/
y me cuesta escribir la palabra amor/
porque el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa/
y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran/
y cuándo/y cómo/
pero el alma qué puede explicar/
por eso mi vecino tiene tormentas en la boca/
palabras que naufragan/
palabras que no saben que hay sol porque nacen y mueren
la misma noche en que amó/
y dejan cartas en el pensamiento que él nunca escribirá/
como el silencio que hay entre dos rosas/
o como yo/que escribo palabras para volver
a mi vecino que mira la lluvia/
a la lluvia/
a mi corazón desterrado/

De Eso, 1983-84

EL QUE TIRA BALDAZOS PARA LAVAR LAS DISTRACCIONES

el que tira baldazos para lavar las distracciones/
el que se peina la mudez/
el sentado en las vacas de la fascinación/
el despegado de los públicos/
el cantor del adiós secuestrado/
el que dijera buenas noches en pleno colibrí/
ése/
tiene memorias picoteadas en la mitad del humedal/
sube a los escarpines del hundido como luna completa/
¿Dónde está la balanza en la que pesan lo que no amaste vos?
¡en la región furiosa la pusieron!/
¡ahí cortan cabezas en el altar de las explicaciones!
¡cierran los puertos por donde entraba tu dulzura!/
¡alma más fina que la seda!/
¡como misterios de la acusación!/
¡tolerabas estatuas sonrientes!/
¡servís puñados de temprano a un lado de las aguas!/
¡ya volverá la vida con la mitad del penador!/
¡la dichosa del plato orgulloso!/
¡la que borda otras veces en su vestido de horizontes!/
¡mismita como vos!/

De Anunciaciones, 1988

IGNORANCIAS

tiempos oscuros/luminosos/el sol
cubre de sol la ciudad partida
por súbitas sirenas/la policía busca/cae la noche y nosotros
haremos el amor bajo este techo/el octavo
 
en un mes/conocen casi todo de nosotros/menos
este techo de yeso bajo el cual
haremos el amor/y tampoco conocen
los viejos muebles de pino bajo el techo anterior/ni

la ventana que la noche golpeaba mientras brillabas como
el sol/ni
las camas o el suelo donde
hicimos el amor este mes/rodeados de rostros como el sol que
cubre de sol la ciudad

LA PUERTA

abrí la puerta/amor mío/
levantá/abrí la puerta/
tengo el alma pegada al paladar/
temblando de terror/

el jabalí del monte me pisoteó/
el asno salvaje me persiguió/
en esta medianoche del exilio
soy yo mismo una bestia/