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viernes, 13 de septiembre de 2019

Dana. Por María Teresa Rodríguez

DANA

Me llamáis DANA,
soy arrolladora y palpito,
tengo precioso nombre de mujer,
es nuevo y no está en el santoral.
Antes, era solo borrasca,
luego, gota fría,
ahora, con ceremonia,
Depresión Aislada en Niveles Altos,
para los amigos: Dana.
Soy típica del otoño
aquí en el Mediterráneo,
frente a vuestras costas,
Alicante me acoge,
aunque nunca soy bienvenida.
No me permiten viajar sola,
un boato de fenómenos
me acompaña:
viento, lluvia, tormenta,
granizo y hasta mangas marinas.
¿Vengo del cambio climático?
Quizás, como tal, no,
pero la virulencia que traigo, sí.
¿Qué puedes hacer cuando llego?
Preparar el terreno,
cuidar de saber dónde estás
siempre que me desperezo
y suelto mis abruptos,
por sobre todo, respetarme,
entender mis gestos,
cederme el paso,
escuchar los sonidos si hablo,
y desear que me marche
sin hacer mucho daño.
María Teresa Rodríguez Cabrera
12 – 9 – 2019
Foto de Alicante a las 10:30 horas