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domingo, 5 de febrero de 2017

"ERITREA: LA MUJER DE CALPE", por Ramón Palmeral







ERITREA: LA MUJER DE CALPE


Entró una joven mujer en el atrium, su melena era larga, muy bien cuidada, era hija de un patricio de Calpe. En sus manos traía una lira de plata de Tarsis, para tocar  a sus hermanos y padre (jurídicamente era como una niña, según las leyes romanas, nunca tendría una mayoría de edad). Eritrea gozaba la edad propia del casamiento a los 15 años, iba a ser prometida por su padre a un comerciante de vinos de Sagunto.

 La joven Eritrea no podía tomar marido por su cuenta. Había de aceptar sí o sí el rol impuesto por la autoridad paterna, pues su madre Helena de Tudermis, tampoco podía tomar decisiones su nivel en la sociedad era semejante a los plebeyos. Ellas compartían deseos y placeres pero no poderes.

 Un día Eritrea decidió huir al campo con un joven y bello esclavo británico. La joven pareja de enamorados fueron perseguidos y hallados en una cabaña cerca del Monte Puigcampana, el joven esclavo fue azotado hasta morir y Eritrea  subió huyendo hasta la cumbre dominante del monte,
 e intentó arrojarse por la quebrada peña. Pero el dios Júpiter hizo un corte en la montaña con uno de sus rayos divinos para protegerla de sus perseguidores y construyó un templo al dios Apolo.

Eritrea fue iluminada y vestida con palium y convertida en vestal sacerdotisa del templo, desde entonces, como protegida por los dioses, su padre no la pudo casar con el mercador de vinos de Sagunto, pues además ella había recibido el don
de las adivinaciones y todos aquellos que pretendían emprender un viaje le consultaban como si de un oráculo viviente se trata, pues conocía la cíclica y la rosa de los vientos.  

 Existen historias increíbles que la cerámica conserva.

NOTA
El perfil de esta imagen corresponden al fragmento de una copa de pie bajo hallada en una excavación en Calpe (Alicante) en el año 1977 en el peñón de Ifach posiblemente posterior a la segunda guerra púnica siglo IV A.C., por C. Arenagui.


Ramón Palmeral
Alicante, 5 de febrero de 2017, día ventoso

Currículum poéticos:
Palmeral ganó el Primer premio de Poesía del Colegio de Enfermería de Alicante en 2004. Y en 2016 está incluido en la antologíaa "Cantigas, poetas de la provincia de Ciudad Real" Editorial Ledorai de Toledo. Y es autor de varios poemarios como "Desolación sin nombre", "La cólera de Aquiles", "Bocadillo de balas", "Homero en Tarsis" y "Antonogía abierta" "Todas las flores han muerto".