Mini antología poetisa Mari Paz Sainz A.
Biografía de la Poeta Mari Paz Sainz Angulo
Mari Paz Sainz Angulo, nació en Lardero, La Rioja, España, el 4 de julio de 1953, en casa de sus abuelos maternos.
Cuando ella nació, Lardero, era un pequeño e idílico pueblo donde prácticamente todos eran agricultores. Incluso si su profesión no era la agricultura, procuraban tener un terrenito para cultivar sus propias verduras y frutas. Criaban igualmente animales para subsistir. En casi todas las casas había una cuadra, en ella tenían los animales, principalmente: cerdos, conejos, gallinas, vacas…, y asimismo cobijaban a los animales de labranza, en la mayoría de las casa no había váter, la cuadra también cumplía esta función. Sus abuelos eran agricultores, su casa tenía una pequeña cuadra donde criaban: conejos, cerdos, una o varias vacas y excepcionalmente tenían váter.
Desde que nació, aunque aparentemente era una niña saludable, lloraba mucho, estaba inquieta y lo más preocupante era su falta de apetito, razón por lo que a pesar de la abundante leche que tenía su madre se criaba endeble, a veces, era tal su inapetencia que solo consentía en mamar dormida. El problema se agudizó al llegar el invierno, sin ninguna dolencia o enfermedad conocida que lo justificara, tanto familiares como médico estaban muy preocupados, pero no podían aliviarla al desconocer cual era la causa de su malestar.
Cuando tenía tres meses, su padre hizo un viaje a Brasil, con la intención de llevarse al resto de la familia si la situación laboral era mejor que en España, su oficio era fontanero, a los tres meses volvió convencido de que no merecía la pena el traslado, allí los españoles trabajaban como negreros, él en España se había abierto camino como feriante y se ganaba bien la vida gracias a su ingenio, gran creatividad y don de gentes, aunque le entristecía el hecho de que no era la vida con la que había soñado para su familia. La alegría de su vuelta se vio empañada a causa del problema de salud de su segunda hija,. Mari Paz Sainz Angulo, que a su vuelta tenía seis meses, pero parecía que tuviese menos, estaba desnutrida y con un color de cara enfermizo muy preocupante.
En la casa de sus abuelos se refugiaban sus padres en invierno cuando no estaban de ruta por la feria, y allí se quedó su madre durante la ausencia de su padre con ella y su hermana mayor. La casa tenía una pequeña cocina de apenas tres metros cuadrados por tres metros cuadrados, en ella cocinaban en una cocina de plancha típica de la zona, que a la vez hacia de calentador de agua y calefacción, el combustible utilizado era carbón. La cocina era el lugar más cálido de la casa, cuando arreciaba el frió todos sus habitantes se refugiaban en ella, aunque se estuviese cocinando la comida para los cerdos, y como no, refugiaban a la pequeña Mari Paz Sainz Angulo, que a pesar de los cuidados y desvelos de toda la familia empeoraba por momentos, se iba apagando como una vela frente a la desesperación de los que la querían e impotencia del médico.
Su padre se hizo cargo de la situación, indicó a todos, que tal vez, el humo de la cocina con el agravante de ser un espacio demasiado pequeño con demasiada gente estaba perjudicandola, así que decidió comprar una estufa eléctrica para calentar la habitación y no sacarla de allí hasta que mejorara, al cabo de una semana milagrosamente la salud de Mari Paz Sainz Angulo empezó a restablecerse ante el asombro de todos, el fantasma de una muerte anunciada desapareció, aunque continuase teniendo un aspecto endeble. La sorpresa más grande vino unos cuantos meses más tarde, al trasladarse toda la familia por motivo del trabajo de feriantes de sus padres a otro pueblo de la Rioja, llamado Miranda de Ebro, su salud mejoró de tal manera que su apariencia pasó a ser la de una niña saludable y vivaracha. No optante, a sus padres los llevó locos los dos primeros años de vida, quedaron traumatizados, igual se moría que resucitaba y no sabían porqué. Antes de los dos años una neumonía doble la tuvo de nuevo 10 días entre la vida y la muerte, pero también consiguió superarla.
Continuo su vida con altos y bajos de salud de origen desconocido, a pesar de ellos, y del trabajo itinerante de sus padres como feriantes, consiguió a los 21 años el título de Profesora de Educación General Básica, que hoy en día equivale al título de Profesor de primaria y Primer Ciclo de Secundaria, con tan buenas notas que la vida le premio con ingreso directo, o sea, plaza fija como profesora sin necesidad de hacer oposiciones.
A los veintitrés años se casó con su primer marido del que estuvo ciegamente enamorada durante 24 años. A sus veinticinco años nació Ramón su primer hijo, a los seis meses de vida del mismo su vida se volvió a nublar, al niño le detectaron un pequeño hematoma en el cerebro y hubo que hospitalizarlo, el primogénito superó su enfermedad pero le dejo de secuela un minusvalía del 33%. Pasado este doloroso episodio, su vida se volvió a normalizar, con el inconveniente de que a raíz de la enfermedad de su primogénito, Mari Paz Sainz Angulo cogió alergia al polen de las gramíneas, gatos y olivo. Del matrimonio nacieron dos hijos más, Pascual 4 años más joven que el primogénito y Ana 7 años más joven que Pascual.
Las alergias de Mari Paz Sainz Angulo al cabo de 10 años derivaron en asma, con el problema añadido de que cuando tomaba los medicamentos que le recetaban, los efectos secundarios de los mismos eran peores que la enfermedad. Para más complicación unos días antes de cumplir su primogénito 15 años lo atropella un coche y le destroza el cerebro, pasando a ser su minusvalía del 33% al 75 %, con el agravante de que al ser la zona dañada la que controla la emotividad, a pesar de ser inteligente, la vida le condenó a ser un niño de cuatro o cinco años el resto de su vida con el cuerpo de un hombre robusto y eso es muy complicado, sus hermanos tenían 11 y 4 años. El asma de Mari Paz Sainz Angulo se agrava y los médicos de nuevo, ante la intolerancia que acusa a los medicamentos, no saben qué hacer con ella.
Su marido se desmorona con tanta complicación, la familia empiezan a tambalearse, comienzan a presionarla para que ingrese a su hijo enfermo en la residencia con frases como esta, «Donde mejor está ese chiquillo es en una residencia», ella lo defiende frente a todos, pero no puede más, en ocasiones su primogénito pone en peligro a los otros dos, intenta tenerlos alejados de él por este motivo. Ellos se sienten no queridos por su madre y se van alejando de ella. A consecuencia de todo esta problemática y el excesivo trabajo pues aparte de ejercer como profesora de primaria ayuda a su marido en su negocio y atiende a sus hijos y la casa en sus horas libres, añadiendo a todo ello sus problemas de salud, un agotamiento de nervios la lleva casi a las puertas de la muerte. Consigue superar el agotamiento, pero la desbarajuste causado por el mismo pasa factura: el único que realmente a partir de entonces le muestra afecto y sigue haciéndolo actualmente es su hijo enfermo, su marido empieza a expresar sus deseos de separarse, apenas le presta atención, y sus otros dos hijos permanecen distantes. Su existencia por aquel entonces era muy amarga.
Recobra la alegría al aparecer un nuevo amor en su vida que la llena de atenciones, se enamora apasionadamente, la felicidad vuelve a sonreírle espantando el fantasma de las palabras de su marido que retumban en su mente, «por ti no hace falta hacer nada porque tu has nacido para ser una desgraciada», él al verla feliz por las atenciones de otro hombre se llena de rabia, la insulta y descalifica, ella pide la separación matrimonial y emprende una nueva etapa dispuesta a que nada, ni nadie vuelvan a arrebatarle la felicidad.
La separación de Mari Paz Sainz Angulo resultó muy dolorosa y complicada, ella fue la que tomó la última palabra al decidir separarse definitivamente, hiriendo con ello el ego de su ex marido. Un hombre herido en su amor propio puede llegar a ser peligroso y hacer lo inimaginable, y así fue, de repente estaba ante un desconocido, se las vio muy mal, tuvo que crecer mucho para poder evitar una desgracia. Los detalles no importan, ella ya ha superado este doloroso episodio, es agua pasada, por su parte ha perdonado a su ex-marido e hijos pequeños del daño sufrido, ya que estos últimos tomaron partido por el padre. Lo que queda lo ha dejado en manos de Dios, pidiéndole que les abra los ojos y los perdone.
Su nuevo amor ante tanta complicación deja de serle fiel, la felicidad de nuevo la abandona. A los tres años de lucha por salvar su nueva relación, pierde toda esperanza de que la situación cambie y la da por terminada, ya que la aleja del camino soñado y le arrebata toda esperanza. Había salido de malo y se había metido en «malo peor». Emprende de nuevo camino en busca de la felicidad perdida. Al final encuentra al que hoy es su marido, que a pesar de todos sus defectos y no ser su hombre soñado, le ayuda día a día a superarse a sí misma y ser cada día mejor persona. Con él la felicidad nunca le ha abandonado, aunque a veces sea una felicidad triste.