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martes, 27 de febrero de 2024

Poemario "Lagrimas ebrias de melancolía", lectura disponble en Calameo

 


 Contenido del poemario: "Lágrimas ebrias de melancolía" del famoso poeta Ramón Palmeral, Premio Pluma de Oro, 2022, en  el portal de CALAMEO:

 https://www.calameo.com/books/00498832868e053a44563

También está disponible en Amazon 

Poemas íntimos y personales

Poemas últimos del libro:

41.-TÚ ERES MI GEOGRAFÍA

 

Amo el trozo de geografía que pisas, porque eres sustancia de mi sustancia, la piel que palpita a mi lado, tus ojos la ardiente luz que el almíbar respira.

 

Bésame paloma mía, tus frutos adormecidos florecen en la Luna que colisiona con planetas invisibles, a los reflejos una vez más formando abanicos de gritos que se juntan magnéticos en un color infinito.

 

Tú sabes amor mío que mañana amanecerá dos veces, una  serán tu ojos cuando me miran como plazas florecidas y, el otro amanecer, será no del sol, sino de la alegría de que estarás a mi lado, y respondes cuando mi voz te alcanza.

 

Siempre queremos estar juntos y no lejos, juntos como los límites invisibles de tus labios, que se besan entre ellos al hablarme. Al pronunciar mi nombre en voz llana y no agresiva.

 

Tú eres mi geografía y mi espacio, el aire de perlas que salen a socorrer mi llama violeta que respira surcos en la alegría de la tierra, nuestra  tierra que cultivamos juntos y amamos.

 

No quiero ni deseo nuestra casa dividida. Son tus pensamientos los que crean vida en un hermoso campo de lirios cuyos pétalos protegen nuestro amor siempre encendido, como una mariposa de luz, como una mirado ardiente y fría.

 

 

(A Julia Hidalgo, mi amor siempre único)

 

 

 

 


 

 

 

42.- A MI PADRE

 

Aquí estoy goteando sudor animal. Aquí estoy lleno de recuerdos de ti: padre mío, cuando escribías tus poemas a aquella vieja máquina Olivetti sin teclado digital.

 

Tu sangre era la misma que la mía. Te recuerdo gigante a mi lado. La mansión de tu cabeza fue perdiendo la pinada y la nieve fue cubriendo tus cabellos.

 

Te recuerdo siempre dispuesto al viaje, no te importa venir a Alicante, si te lo pedía. Te recuerdo tranquilo sobre el lomo de Platero con ojos de azabache.

 

Un rayo ha despertado tu recuerdo porque ya no existen padres como tú. Ya no existen caricias y a la vez severidad en la rectitud de la educación basada en el honor y el respeto.

 

A veces, rebuscando en los viejos papeles aparecen tus libros, tus documentos, tu DNI y me pongo a llorar. Pero el tiempo, como un yunque, lo endurece todo a golpes de martillos furiosos, mis lágrimas se han endurecido como hojas de navajas. Ya no lloro lágrimas sino recuerdos soñados.

 

Eras amigos  de juegos de cartas en el bar de los jubilados y de crucigramas, tu mujer y tus cinco hijos eran lo primero.

 

Te acostaste temprano aún con luz en la tarde crepuscular, cuando te llegó el ictus estabas aún dormido, y seguiste con tu sueño eterno sin que se te callera de las manos tu vieja y gastada Biblia. Tu manido rosario estaba en el suelo.

 

Espero tu  palingenesia en el cazador del arco iris.

 

  43.- A MI MADRE

 

Gélidos cabellos pueblan el altivo

asentamiento de coronas, tú me engendrase

por amor en tu divino vientre,

tus carnes pasaron a mis carnes,

tu sangre joven llevo cantando.

 

La vida me fue dada con dolor deseado

de trompa abiertas, en tierra de La Mancha

cerca de Extremadura, en Piedrabuena.

 

Luego me mimaste con el celo de lo nuevo,

de la carne propia, y en ese vivir,

no soñabas porque no dormías en el desvelo.

De noches de niño llorón y meón,

y de “néctivea” leche materna por tres años colgado de la teta, y cagón de caprichos escatológicos.

 

Una lágrima interior “perogiró” de tus ojos, boca, brazos,

cuando partí a los cerros de Úbeda

y en mi cuello colgaste un escapulario con romero y otras yerbas

de buen agüero con lágrimas de oración y mandas y rezos.

 

 

 

Tu cuerpo se quedó ahí, en Málaga, pero

tu memoria se vino conmigo muy dentro para siempre trabada con lazos de estrellas en la piel de la memoria.

 

Y cuando el incipiente manantial del alzhéimer asomó su coz de diablo

nos reíamos de tus despistes y de tus demencias, hasta que,

el manantial se hizo Amazona y comprendimos que  una maldición de desolación sin nombre cosido al corazón de hierros.

 

Me dijiste que rezarías por mí,

yo te contesté –incrédulo de campanas- que rezar no era suficiente

pero ahora, en esta hora del bronce sugerentes y cercano,

de pide que desde tu cielo reces por mí.

 

 

 

Fallecida en Málaga en  2005

(Publicado en “Cantiga, poetas de Ciudad Real. Primer cuarto siglo XXI”)

 

 

 


 

               


 

                                     Epílogo

 

                               NO TENEMOS TIEMPO

 

                (Proyecto para un nuevo poemario, mayo 2017)

 

 

 

                                             Soy consecuente

 de que las amistades epistolares no se pueden forzar, sino que han de surgir espontáneamente por simpatía, como los cardos silvestres o borriqueros en los márgenes de los caminos.

 

Lo cierto es que alguien –acaso el viento- debió de llevar la ansiada semilla al terreno contrario como una invitación o un requiebro.

 

Yo he plantado varias semillas y he intentado plantar  amistades epistolares y poéticas en un camino. Salieron foscas o vanas pues no han respondido  ni han puesto una miserable nota en sus blog´s respectivos.

 

Pero como a buen entendedor pocas palabras bastan, que os vaya bien en el camino de la luz sobre la cumbre. Porque no tenemos tiempo, el tiempo se nos acabó, se nos fue “tempus fugit”. Sin embargo, en esta vida social moderna y actual interesada, todo depende de quien os escriba con la pluma de oro.

 

Uno se decepciona al pensar que tienes a un amigo al otro lado de las cartas manuscritas.