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miércoles, 8 de noviembre de 2023

Adela Zamudio, poeta y novelista boliviana, primera mujer en publicar una novela en Latioamérica

 

Bolivia tan profunda y tan invisible

lunes 2 de octubre de 2023
¡Comparte esto en tus redes sociales! poeta y novelista boliviana Adela Zamudio (1854-1928) fue una adelantada a su tiempo y su novela Íntimas es la primera en Latinoamérica cuya voz narradora es la de una mujer. Adela Zamudio en 1926, a los 71 años

Presentamos a continuación la ponencia con que la escritora y periodista boliviana Amalia Decker M. participó, el 23 de septiembre de 2023, en el Encuentro de Literatura Hispanoamericana en París, evento organizado por el Instituto Cervantes en la capital francesa. Haz clic aquí para ver el video de la presentación.

Coincidirán conmigo en que pertenecer al tercer mundo sugiere una gama de prejuicios sobre lo que somos o dejamos de ser. Es como si tuviéramos que explicarnos permanentemente: soy pero no soy. Y muchas veces, para ser aceptados, sacamos nuestro lado ancestral indígena, o en el peor de los casos nuestro folklore. Este es un tema pendiente que debe ser superado; estamos obligados a encontrar un camino, un punto de inflexión para alcanzar una mirada de claridad horizontal: ni paternalismo ni sumisión. La palabra no puede ser excluyente y menos restrictiva.

Bolivia, a la que me quiero referir no sólo desde el campo literario sino de manera general, como única forma de entenderla, es aún considerada una nación rara, inaudita, encuevada entre sus montañas, y que hace referencia únicamente a una parte de su realidad geográfica. Quizá por su infinito altiplano, sus altos picos montañosos, o la más famosa de sus ciudades, encajada a cuatro mil metros de altura, mi propia ciudad y de donde vengo yo. Y en los últimos tiempos por haber tenido un presidente indígena que se paseó por el mundo con un jersey de la globalizada China, a pesar de haber llegado al gobierno con la promesa de descolonizar al país. Y claro, Bolivia es más que eso. Desde las alturas descendemos a unos valles amigables. Y seguimos más abajo hasta encontrarnos con unas explosivas junglas y llanuras amazónicas donde habitan seres humanos que sufren, que gozan y viven sus misterios en una diversidad no sólo geográfica sino también humana: artistas, pintores y escritores anónimos que bien podrían ser cobijados en los anaqueles de las librerías más importantes del mundo. Y no es una mirada de queja. Es simplemente un dato de la realidad. Y a la prueba me remito. Pregunto a este auditorio, sin duda todos amantes de la palabra, si pudieran mencionar a diez autores bolivianos de hoy o de ayer que hayan pasado por su acuciosa lectura. Yo, sin ninguna dificultad, puedo acudir a mi memoria y destacar a escritores chilenos, uruguayos, peruanos, colombianos, argentinos e incluso brasileños que, a pesar de no tener una lengua común, son muy cercanos y entrañables. Yo crecí leyendo a Joao Guimarães o a Jorge Amado. Y claro que mis ojos han surcado otros mares para llegar a este viejo continente y deleitarme con el señor de La Mancha o la pasión de escribir de Gustave Flaubert: españoles, italianos, portugueses me han transportado por mundos anchos y ajenos a los que he hecho míos gracias a la magia de la palabra.