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viernes, 18 de noviembre de 2022

Revista AUCA nº 53 (Revista literaria y artista) impresa de Alicante

 

Se presentó el 14 de noviembre 2022 en el primer piso de la Sede  Universitaria de Alicante.

Mi más sincero y especial agradecimiento a la dirección de la revista AUCA por al publicación del último poema de Joseantonio Charques titulado "Vino de Fondillón" y la publicación del retrato que le hice a Charques. Mi agredecientoespecial a Lui S. Taza y a Manolo Condevolney quede por delante.

La revista es de una extraordinaria calidad tanto de contenidos como de presentación impresa como se ven en las fotos:



                                            Enlace el poema "Vino de Fondillón"


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Un relato surrealista /Por Ramón Palmeral 

A mí nunca me gusta criticar en negativo, sino siempre positivo, como debe ser y como se debe entender el sentido de este relato cierto y verdadero. 

El día 14 noviembre por la tarde a eso de las 19,15 me dejé atropellar por el bus nº 3, para que me llevara al centro de Alicante y con tiempo darme un paseo por la avd. Dr. Gadea para llegar con tiempo a la Sede de la Universidad. Sala Miguel Hernandez a las 20,15, como siempre ha sido así desde que el mundo es mudo. En la mente llevaba un caballo blanco corriendo por el orilla del mar, en Gadea me tiré en paracaídas, y como ya se sabe que casi nunca aterrizas mal, esta vez sí, estaba yo, en la puerta entablillada de madera vieja y negra de la Sede, y me extrañó no ver a mis colegas de poesía de la revista AUCA en la Sala Migue Hernández. Pregunté en la portería de la Sede a dos bellas sirenas que atendían unos papeles en ruso. "Vengo a la presentación de la revista AUCA, no están  a lo mejor me he equivocado de día, por mis despistes lunarios (de lunes no de luna). "Pues ya se han ido, me dijo la sirena-bedel han terminado, empezaron a las siete de la tarde. "¿Dónde?" En el primer piso respondió la sirena de Ulises.¿La sala de Juan Francés, ¿no está en el 2º piso? No estaba en el 1º piso.  Pues me voy a acercar a ver si queda todavía algún náufrago para salvarle.

Tomé el trole del ascensor y le di al botón del 1 con cierto temor, rápidamente aterrizó el ascensor en el desierto primer piso, aquí no hay nadie, oí unas voces lejanas de alguien que recitaba con voz femenina de soprano. Pues aquí es, me dije levantando bandera de victoria. Y con el patinete y el bastón como fusta a todo gas me acerqué al aula, allí es, aquí están, los he visto, había como un ciento de sardinas enlatadas sentadas, en silencio, en sus asientos machacados y machadianos, unos contra otros, hacía un calor dantesco. Me asomé como una puta al quicio de la puerta. Aquí estoy, ya veo que tarde. "Pasa, has llegado justo a tiempo, me dijo Luis Taza, ¿quieres leer algo? "Sí quiero leer el poema de mi amigo Charques que no ha podido venir porque está en el Cielo".

Con un lío en las manos (solo tengo dos) entre bastón, libro y un número de la revista que me largó por la espalda, Manolo Condevolney, dije: perdó por llegar tarde, pero la culpa es de la dirección de AUCA que ha cambiado de sitio y de hora porque siempre es en la Sal Miguel Hernández a las 20.15. Leí encorvado como un gusano, el atril estaba muy bajó o yo era muy alto porque esto de la estatura siempre es relativa, unas veces uno se siente pequeño y otras como un Gillivert, o como se escriba. A veces, la reinventamos las cosas porque la memoria se adapta a las circunstancias, es decir que nos reinventamos constantemente a nosotros mismos.

Quise comparar el último poema de Charques con los últimos de Miguel como "Cancioneo y romancero de ausencias", ¡qué barbaridad, dijo uno!  Bueno... y qué importa, como decía Picasso, "¿A mí que coño me importa que a la gente no le gusten mis cuadros".

Leída mi invervención del gran poema de Charques. compré varias revistas, varias, no me cuerdo o no me quirro acordar para cumplir con varios compromisos. Me senté en en el maldito holl, de espaldas a la mesa, empezó a hablar don Manuel Disantes, el de los Libros Felices, y al rato me marché como los perros que ha perdido su rivalidad, con el rabo entre las patas. Del biblófilo Disantes recordaba haberle enviando mi libro retriturado o titulado IV Centenario del Quijote, de Amazón, pero recibí pitos y silencios, por su parte.

En fin, que hay días mejores, lugares mejores, y paraísos que únicamente están en nuestra cabeza y en nuestro interior. Otros días llegarán azules.

Ramón Palmeral

Alicante, 18 de noviembre 2022

Sin novedad en el frente de república de las Letras


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