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martes, 22 de febrero de 2022

RAFAEL AZUAR, poeta, escritor y periodista alicantino, por Gaspar Peral Baeza

 


  


   Rafael Azuar Carmen nació en Elche (Alicante) el 14 de enero de 1921, falleció en Alicante 16 de noviembre de 2002. Su infancia trascurre entre dos localidades del interior de la provincia de Alicante: Monóvar primero y Muchamiel después. Para poder continuar con sus estudios, se traslada en 1930 a Alicante a estudiar el Bachillerato, y es aquí donde coincidirá con Vicente Ramos, otro exponente del grupo literario alicantino de la posguerra. El Instituto de Segunda Enseñanza va a ser el catalizador de una fructífera amistad, continuada luego con sus visitas a la Biblioteca Municipal, donde inician sus lecturas.

     Éstas, primero se acercan a la persona y a la obra de otro alicantino ejemplar, Azorín. Hacia el año 1936, el director del archivo, anexo a la biblioteca, Eduardo Irles, viendo cuáles eran las lecturas preferidas de estos entonces estudiantes, les hablará de su amigo ya fallecido, Gabriel Miró, regalándoles a cada uno un ejemplar de una de sus novelas, La novela de mi amigo.

  Por si fuera poco el contacto de ambos con la literatura, deciden iniciar reuniones en las casas de ambos para comentar los textos que iban conociendo y leyendo de Juan Ramón Jiménez, Rubén Darío, Tagore (al cual conocían por las traducciones de Juan Ramón y su mujer, Zenobia), José María Vargas Vila, y otros, dándose incluso un intercambio de los textos que ellos empezaban a escribir. Lamentablemente, poco después se inicia la guerra, que en principio no hace sino estrechar más estos lazos y los nuevos lazos que se van a ir tejiendo con nuevas adscripciones, como es el caso del oriolano Manuel Molina, al cual conocían desde 1935. La Guerra Civil transcurre de manera muy pacífica para Rafael Azuar. Por suerte para él no es movilizado, dada su juventud, transcurriendo este convulso periodo rodeado de la paz y la tranquilidad del campo del interior de Alicante.

   Parece que incluso desempeñó labores como maestro, tal y como hacían sus padres. Gana un premio de Pedagogía, el Ricardo Vilar. En 1936, reside en la zona republicana, no va a la guerra porque era menor de edad, finalizada esta tuvo que hacer el servicio militar en Benalúa, cursó los estudios de Magisterio.   En 1939, tras finalizar la guerra, Azuar se reencuentra con Vicente Ramos y Manuel Molina, a los que se une el dibujante publicitario Francisco García Sempere. Juntos, redactan Renacer del silencio, que se realizaría con la máquina de escribir del músico José Reolid. Esta obra, hoy perdida y de la cual sólo se realizaría un ejemplar mecanografiado, comprendía poemas en prosa y en verso que en general no hacían  sino llamar a la esperanza en los difíciles tiempos que se vivía. El libro, nunca editado como hemos dicho, sin embargo les sirve de aglutinante para decidirse por la poesía, que irá poco a poco llenando sus almas. Ya tenemos aquí al primer grupo literario alicantino de la posguerra constituido. Está formado por el dibujante publicitario y poeta (aunque cada vez menos) Francisco García Sempere, al cual conocen durante los momentos finales de la Guerra Civil, Manuel Molina, Rafael Azuar y Vicente Ramos.

   Con ese bagaje obtenido con Renacer del silencio y la vitalidad que les aúna, Rafael Azuar y los demás se embarcan en otra empresa editorial, la revista "Arte Joven", de la cual sólo aparece un número, el de enero de 1940. A ésta, le cabe el honor de ser la primera revista poética de la posguerra civil, adelantándose a "Cancionero", de Madrid, o "Cuadernos de poesías" de Madrid y Barcelona (1941). Esta revista se va a gestar en una de las habitaciones de la casona de La Asegurada, en la que Sempere vivía y trabajaba, y en ella colaboraron \también otros dos destacados miembros del grupo de Orihuela, Carlos Fenoll y Adolfo Lizón Gadea.

    De esta revista apareció un solo número, más que por problemas monetarios por problemas de obligaciones personales, que disgregaron momentáneamente el grupo: Vicente Ramos marcha a Valencia a estudiar, Azuar ingresa en la Escuela Normal de Maestros, Manuel Molina es llamado a filas otra vez, pues debe cumplir el servicio militar obligatorio en tierras de Castilla, y además, García Sempere se dedica cada vez más al dibujo y menos a la literatura. Tras esta aventura, Rafael Azuar publica los versos de "Dafnis y Cloe", que se encuentran plenos de gracia y musicalidad, teniendo que esperar hasta 1943 para encontrarnos otra vez con una tentativa editorial del grupo.
Se trata de Intimidad Poética, una doble hoja de poesía en la que participan además de Rafael Azuar, Manuel Molina y Vicente Ramos. En su primer número, sólo llevará tres poemas, uno de cada uno, junto con una especie de manifiesto o declaración de intenciones. Con él, según ellos, pretendían combatir el neoclasicismo garcilasiano y el esteticismo imperantes, abogando por una poesía quizás impura, pero que ennoblece la vida y todo lo relacionado con ella y que estaba en consonancia con el dolor vivido en esos difíciles momentos por la sociedad de la posguerra.

   La revista se va a mantener con ese formato de hoja volante hasta marzo de 1944. después de esa fecha, con ocho números a página doble en la calle y que se adquirían mediante suscripción de 2 pesetas, pasa a disponer de 20 páginas y de una cabecera a 2 tintas, ampliándose además la nómina de colaboradores. Llegados a 1945, Azuar publica Perlas del silencio, constituyendo el quinto volumen de la Colección Leila. Contaba este volumen con un prefacio de Vicente Ramos, recogiendo unos versos musicales, nostálgicos y límpidos que gozan de una mayor sensibilidad y personalidad que los de Manuel Molina. Ello es debido a que Rafael Azuar presenta una mayor y más pronta madurez lírica, quizá debido a la situación casi idílica de que va a disfrutar en el campo alicantino del interior. Vicente Ramos habla muchas veces de él como del primer mironiano, siendo curioso cómo van a intercambiarse sus aficiones literarias en estos momentos.

  Azuar, digamos que descubre desde ese momento a Azorín y deja a Miró, y Ramos lo hace a la inversa. De este Azuar joven se podrían destacar algunas cosas. Para empezar, sus modos elegantes, con un uso muy fluido del lenguaje y del léxico, fruto de las abundantes lecturas. Lecturas que le llevan por la ortodoxia del lenguaje, o más bien por la clasicidad y serenidad del mismo, como digno sucesor de Miró. Él es quien de hecho persuadirá a Ramos para que profundice en el conocimiento de Miró. Como buen alicantino, presenta además una gran preocupación por el paisaje, por la luz de Alicante y el Mediterráneo, pero todavía adquiere más notas distintivas. Gracias a esas lecturas que mencionábamos, y quizá por influencias de su amigo Ramos, en su obra se ven unas tímidas influencias germanas, cifradas por algunos en Hölderlin y Rodenbach, pero no son las únicas, pues hay rasgos rastreables de Juan Ramón Jiménez y Tagore, como ya dijimos, Mistral, Ortega y Gasset y, finalmente, Unamuno, junto a Miró y Azorín. Estos últimos estructurarían su estética y su técnica y fijarían su sensibilidad.

    Colaborará más tarde en la revista "Verbo", por la cual desfiló lo más granado de las letras lucentinas, pero también poco a poco de las letras españolas.
Tras esta aventura participa también de la mano de su viejo amigo Vicente Ramos y de la mano del Instituto Social Obrero en el Boletín Ifach. Era marzo-abril de 1949, perdurando hasta mediados de 1950 y contando incluso con alguna que otra ayuda de tipo institucional.
Como amigo de Vicente Ramos, vamos a verle también colaborando en la revista Sigüenza, más concretamente en el número 3, aparecida en enero de 1953. Aparece aquí un bello poema titulado "Oración por el mar", de léxico colorista, luminoso, y que además caracteriza perfectamente el paisaje, el mar.

   En 1959, el Aula Gabriel Miró le edita el libro de relatos "Vivir y contar", que se compone de textos de Ramos y otros, además de los propios de Azuar.
Hasta ahora hemos mencionado casi de forma exclusiva su faceta lírica, pero Azuar también se dedicó a la prosa, y con bastante éxito. Por un lado, y mostrando una gran preparación literaria y un perfecto uso del lenguaje, se inició en la novela con la hasta ahora inédita Las voces del viñedo solitario, que muestra, fruto de la temprana época en la cual la concluye (1943), su tendencia a emular a Azorín. A ésta, le seguirán entre otras "Teresa Ferrer" (1954), "Los zarzales" (1959) finalista del premio Planeta, "Llanuras del Júcar" (1965), "Modorra" (1967), premiada con el Premio Café Gijón, Las raíces y otros cuentos \ (1971) o Crónicas del tiempo de la monda (1978).

   Por otro lado, y deseando despertar en sus lectores la afición por la literatura, es autor de varios ensayos relacionados con la literatura. Entre estos podríamos destacar: "El diálogo en la novela" (1967), "El diálogo y los personajes en la novela" (1970), "Diario incompleto" (1972) y "Sobre los sonetos de Miguel Hernández" (1975), este último anunciando tímidamente otra destacada faceta de Azuar como prosista: la de crítico y columnista periodístico, desde la que acaba erigiéndose también como fuerte bastión para la defensa del hernandismo, tanto de su figura, como de su obra, en unos momentos de cierta alteración en el Parnaso español: manifestaciones de Luis Antonio de Villena, el rescate de las declaraciones de Luis Cernuda en contra de la poesía hernandiana o las declaraciones y la actitud de Francisco Umbral, escasamente comprensiva con la poética hernandiana.
Por suerte, también y desde esa misma "cátedra" se dedicará también a ejercer labores de magisterio sobre la vida y la obra de Miguel Hernández. ¿Deformación profesional o admiración? Quizá las dos.

   En 1980 aparece un volumen titulado Alicante y lo alicantino y editado por la Caja de Ahorros Provincial, 1980. Son 23 pequeños textos que no pretenden sino evocar Alicante, su esencia, sus tierras, sus gentes y su cultura y por supuesto, su luz, tan presente también en la pluma de Azuar, a los que acompañan 18 poemas en los que también se pueden ver reflejados distintos aspectos de Alicante, desde el mar a las palmeras, pasando por personajes como Miguel Hernández o Gabriel Sijé y ciudades como Benidorm o aspectos culturales y festivos como Semana Santa o los conciertos de la Explanada en junio (en Hogueras).

   Rafael Azuar, falleció en 2002 en Alicante, después de una vida de intensa dedicación a la literatura y a Alicante, fruto de sus desvelos en muchos de sus textos.
La preparación literaria de Rafael Azuar, como ha quedado demostrado, ha sido muy sólida. Es un poeta eminentemente lírico, y así se deduce de unas declaraciones suyas de 1958: "La poesía responde a una visión interior de las cosas; es un modo de adivinar lo esencial de la realidad". La poesía, seguía diciendo, es un "sueño de alas altas", pero que sin embargo podemos ver que no escapa del dolor de los momentos presentes, y como ejemplo, no tenemos más que asomarnos a su composición "Elegía a un estudiante".
Para otros críticos, y fruto de ese amor por la palabra, es un perfecto impresionista, presto siempre a hacernos unos apuntes de lo inmediato, como muy bien ha destacado Manuel Molina. Libre de reiteraciones e insistencias, sin embargo sabe darle a sus poemas la correcta dimensión para describir el hecho, el suceso, la persona..., y siempre con música, gracia y ritmo.

   La luz suave del Mediterráneo, el colorido de las huertas, de sus montañas y de sus campos ondulados, de su vegetación, todo lo visto, vivido, respirado por Rafael, aparece en su obras, obras desarrolladas con una brillantez acusada en cuanto a lo que constituye el uso de las metáforas, del ritmo, de la métrica, de la palabra en definitiva.


Azuar siempre mostró una poesía de verdades, plena de esencias, y que no pueden desentenderse de lo humano. El poema es la imagen de la vida, siendo el poeta una de las mayores situaciones vitales.

   Con esta declaración de intenciones no es de extrañar que Rafael Azuar tenga por temas primordiales en su obra el amor, la justicia, la verdad, la libertad, la generosidad, pero ello sin olvidar que a veces hay temas que están escamoteados, que hay que aprovechar que se tiene esa maravillosa herramienta que es la palabra para hacerlos notar. Con esta herramienta, se podrá luchar contra la violencia, contra la coacción, contra todo lo que humille al hombre.

 

      (Biografía basada en la que figura en Biblioteca Virtual Miguel Hernández, sección: “Coetáneos de Miguel Hernández”).

    En  la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes se pueden consultar algunos trabajos digitalizados de Rafael Azuar: http://www.cervantesvirtual.com/FichaObra.html?Ref=11637

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA HERNANDIANA DE RAFAEL AZUAR

 

 

 

     El poeta, novelista y ensayista Rafael Azuar Carmen nació en Elche el 14 de enero de 1921 y falleció en Alicante el 16 de noviembre de 2002. Su padre era maestro en una partida rural del campo de Elche. Con la familia, se trasladó a Monóvar y Muchamiel. A los pocos años, en 1930, se afincó en Alicante.

    Rafael Azuar, como su padre, también ejerció el Magisterio y a esta loable labor se entregó durante más de cuarenta años.

 

    La bibliografía hernandiana de Rafael Azuar, sin ánimo de ser exhaustivo, la reseño a continuación, distinguiendo la que dedica, en verso, a homenajear al poeta oriolano  o la que, en artículo periodístico, destaca algún aspecto de su persona o de su obra.

 

Poesía:

-          “Miguel de la palabra”, Alicante, IDEALIDAD,  nº 49, agosto-octubre 1960, s/p. Y en el libro Homenaje a Miguel Hernández, Barcelona, AA.VV., Plaza & Janés, 1975, pp. 66-67. También en sus libros Crónica y cantos que siguen al verano, Alicante, Instituto de Estudios Alicantinos, 1975, pp. 18-19, y  Alicante y lo alicantino, Caja de Ahorros Provincial de Alicante, 1980, pp. 106-107, donde, por cierto, aparece en este volumen de ensayos en prosa porque, según se advierte, se incluyen en él poesías de motivo alicantino “no publicadas en libro”, afirmación incomprensible ya que figuran en los dos libros acabados de citar. También se publica en su libro  Primera Antología (1938-1980), Alicante, Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, 1982, pp. 121-122, y en  Victoria del amor, Palencia,  Colección Rocamador, 1995, pp. 20-21.

-          “Miguel, íntimo”, Alicante, PRIMERA PÁGINA, 28 marzo 1969, p. [12]. Se trata de una revisión del anterior poema, de nueve endechas, “Miguel de la palabra”, al que le ha añadido una nueva endecha más, que coloca en primer lugar (estos cuatro versos heptasílabos asonantados: “A ti la vida breve/ te pareció un lucero/ y los tuyos y el hijo/ la libertad y el viento.”), alterando el orden de las endechas e introduciendo algunas variantes en determinados versos: duda-barro, tu-la, granada-gratitud, centro-dentro, amorosa-trágica. No descarto que alguna de estas variantes no sean más que meras erratas periodísticas.

No debió quedar satisfecho el autor con esta nueva versión  del poema “Miguel de la palabra”, ya que no volvió, que yo sepa, a reproducirlo y, en cambio, como se ha podido constatar, vio la luz varias veces más en sus libros la composición inicial de 1960 en IDEALIDAD.

 

 

Artículos:

     -    “El poeta Miguel Hernández”, Alicante, PRIMERA PÁGINA, 28 marzo 1968.

     -  “Miguel Hernández y sus amigos de Orihuela”, Alicante, IDEALIDAD nº 138-139, septiembre-octubre 1969, pp. sin numerar.

     -  “Sobre los sonetos de Miguel Hernández” [I],  Alicante, IDEALIDAD, nº 187-188, octubre-noviembre 1973, pp. sin numerar. [II], nº 189, diciembre 1973, pp. sin numerar, [III], nº 190, enero 1974, pp. sin numerar, [IV], nº 191-192, febrero-marzo 1974, pp. sin numerar.

     -  “Sobre los sonetos de Miguel Hernández”, Alicante, II Asamblea Comarcal de Escritores. Orihuela, 1972. Ponencias y Comunicaciones, Instituto de Estudios Alicantinos, 1974. [Sinopsis].

     -   “Sobre los sonetos de Miguel Hernández (Conferencia pronunciada en el Ateneo de Santander el 10 de noviembre de 1972)”, Madrid, Miguel Hernández, Taurus, 1975.

     -   “Miguel Hernández. Aniversario. En la paz de Tudanca”, Murcia, LA VERDAD, ed. de Alicante, 30 marzo 1975.

     -  “Cernuda y Miguel Hernández”, “Umbral y Miguel Hernández”, “Visión clásica del mar en Miguel Hernández”, Alicante, en su libro Alicante y lo alicantino, Caja de Ahorros Provincial de Alicante, 1980.

     -   “Poesía vitalista de Miguel Hernández”, Murcia, LA VERDAD, ed. de Alicante, 21 octubre 1988, p. 2.

     -   “Miguel Hernández. El amor a la tierra”, Murcia, LA VERDAD, ed. de Alicante, 7 enero 1989.

     -  “Adolescentes de Orihuela”, “Sorpresas hernandianas”, “Cossío y Miguel”, “Hernández, poeta original”, “Hernández y Góngora”, “El poeta y la política”, Alicante, en su libro Viñetas, Caja de Ahorros del Mediterráneo, 1989. En la página 3 de dicho libro y con el título de  “Teoría de la viñeta”, el autor declara que el querido lector tiene ante sí “una selección de ‘Viñetas’ publicadas en el diario LA VERDAD, durante los años 1985-87.”

     -   “Más sobre Miguel”, Murcia, LA VERDAD, ed. de Alicante, 28 abril 1992.

     -   “El amor y Miguel Hernández”, Alicante, INFORMACION, 14 mayo 1992, p. 6.

     -   “Al hablar de Miguel”, Alicante, INFORMACION, 5 noviembre 1994, p. 2.

     -   “Dos poetas en la cárcel”, Alicante, INFORMACION, 13 octubre 1995, p. 2   

     -   “La musa de Miguel Hernández”, Alicante, INFORMACION, 20 diciembre 1994, p. 2.

     -   “Miguel Hernández y Buero Vallejo”, Alicante, INFORMACION, 12 enero 1997, p. 2.

-          “Un poeta de Petrer”, Alicante, INFORMACION, 6 febrero 2002, p. 19. [Sobre Francisco Mollá, poeta de Petrer, y Miguel Hernández, en el Reformatorio de Adultos de Alicante, 1942. Es una repetición más extensa del artículo citado antes “Dos poetas en la cárcel”. De este poeta, Francisco Mollá Montesinos publicó la revista Instituto de Estudios Alicantinos, nº 30, mayo-agosto 1980, pp. [229]-232, los poemas “El vuelo azul de un poeta”, “Entierro del poeta Miguel Hernández” y “Miguel Hernández”].

     -    “Recordando a Miguel” Alicante, INFORMACION, 6 junio 2002, p. 19.

                                   

     Según el conocido hernandiano Miguel Martínez-Mena, el poeta Rafael Azuar compuso otro poema que, en cierta manera, está relacionado con Miguel Hernández. Se refiere  al titulado “Carta a Josefina” cuando da cuenta de la publicación por el Instituto de Estudios Alicantinos del libro de Azuar Crónica y cantos que siguen al verano, donde aparece con una Nota del autor y otras aclaraciones junto a la versión que inicialmente se había publicado en los años cincuenta en la revista alicantina GALATEA. Según Martínez-Mena, está dedicada esta “Carta” a Josefina Manresa, la esposa de Miguel Hernández  (una “bellísima lira” en opinión de Vicente Mojica en su escrito “La poesía de Rafael Azuar”, en Literatura ilicitana, Instituto de Estudios Alicantinos, 1977, pp. 123-128), como puede leerse en las separatas de la revista ASÍ, X, 1975, pp. 72-73.

 

                                                                                       

  RAFAEL AZUAR. BREVE REFERENCIA DE SUS LIBROS PUBLICADOS

 

     La obra literaria de Rafael Azuar, publicada, es diversa y numerosa, pues abarca tanto la poesía como la novela, cuento o relato y el ensayo (diferenciado éste en el ensayo sobre  tema literario y el de contenido pedagógico, por las cuestiones relacionadas con su profesión de enseñante).

     En otro trabajo mío ya he dado cuenta de un aspecto de los temas (el referido a Miguel Hernández, el universal poeta de Orihuela) que a lo largo de su vida trató el también  poeta  Rafael Azuar.

     Ahora, informaré de las fichas bibliográficas de los volúmenes que vieron la luz pública bajo la rúbrica de Rafael Azuar en su tarea literaria de poeta, novelista y ensayista (en esta última faceta incluyo también los de su vertiente didáctica).

     Como es sabido, Rafael Azuar Carmen nació en Elche el  14 de enero de 1921 y falleció en Alicante el 16 de  noviembre de 2002.

     Empezó a escribir a edad temprana. Su primer trabajo literario publicado lo fue en la revista  alicantina ARTE  JOVEN, dirigida por Francisco García Sempere, primera revista literaria  que apareció en España tras la guerra fratricida. Llevaba el  nº 1, enero de 1940, y fue el único que vio la luz. Firmaba Rafael Azuar “Dafnis y Cloe. Poema musical”. Por declaraciones del propio Azuar se sabe que dicho poema lo compuso en 1936. Los autores que completaron el sumario de tan curioso número único fueron Gaspar Gómez de la Serna, Carlos Fenoll, F. García Sempere, Manuel Molina, Carlos de Santiago y Adolfo Lizón Gadea. 

 

      Libros dedicados a su obra poética:

  Perlas del silencio, Alicante, Intimidad poética, Colección Leila nº 5, con prefacio de Vicente Ramos, 1944.

  Poemas, Tarragona, Imp. Torres Virgili, prólogo de Carmen Conde, 1950.

La lucha elemental, Alicante, Departamento de Cultura, Delegación Provincial de Cultura, 1955.

   Crónica y cantos que siguen al verano, Alicante, Instituto de Estudios Alicantinos, 1975

   Primera antología (1938-1980), Alicante, Caja de Ahorros de Alicante y Murcia, 1982.

   Victoria del amor, Palencia, Editorial Rocamador, 1995.

   Verso y prosa, Alicante, Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, 2001. [17 poemas en verso y 6 en prosa poética].

      Con objeto de completar el repertorio de sus poesías publicadas, en este apartado cabe referirse a las que  lo han sido de una forma agrupada o en bloque, en números de revistas o cuadernos poéticos que recogen, en cada uno de ellos,  obra de varios autores. En más de una ficha bibliográfica los hemos leído como volúmenes editados exclusivamente con poemas de Rafael Azuar.

     Otros poemas, Alicante, SURESTE, II, Cuaderno del Aula Gabriel Miró, marzo 1958. [Seis poemas].

     Unos cuantos poemas, Alicante, INSTITUTO DE ESTUDIOS ALICANTINOS, nº 1, enero 1969. [Doce poemas].

     El cuaderno olvidado, Alicante, FORMA ABIERTA, Cuadernos de Creación e investigación Artística, nº 5, diciembre 1976. [Seis poemas].

     Asimismo, nueve poemas suyos figuran en la Antología de la poesía alicantina actual (1940-1972), de Manuel Molina, Alicante, Caja de Ahorros Provincial, 1973.   

 

     Libros con sus novelas y cuentos:

Teresa Ferrer, Madrid, La Novela del Sábado, Ediciones Cid, 1954. [Finalista del concurso organizado por La Novela del Sábado, empatada a puntos con una novela de Ignacio Aldecoa].

Los zarzales, Valencia, Aitana, 1959. [Finalista del Premio Planeta, 1958, con la máxima calificación de estilo. Según Rafael Azuar, dicho  en entrevista periodística, fue  dejada fuera  del concurso cuando le escribió a Lara declarándole que Los zarzales era una ampliación de su novela, inédita,  Un aire de amor envenenado, que ya había tenido un premio. Este galardón, el  tercer  premio de la revista madrileña ATENEO, le fue otorgado en 1956].

Llanuras del Júcar,  Madrid, Editora Nacional, 1965.

Modorra, Alicante, Graficas Díaz, 1970. Premio Café Gijón, de Madrid, año 1967.  [Publicada con una Ayuda  de Edición del Instituto de Estudios Alicantinos].

Las raíces y otros cuentos, Alicante, Caja de Ahorros Provincial de Alicante, 1971.

Crónicas del tiempo de la monda, Orihuela, Caja de Ahorros de Alicante y Murcia,1979. Accésit Premio Gabriel Sijé de novela corta, año 1978.

Teresa Ferrer y otros relatos, Alicante, Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, 1990.

 

                                 Libros con sus ensayos literarios:

   El diálogo y los personajes en la novela, Alicante, Ed. autor, 1970. [Publicada  antes una  parte del libro, la titulada “El diálogo en la novela” en la revista LA ESTAFETA LITERARIA, Madrid, nº 349, 351 y 352, de 30 de julio, 27 de agosto y 10 septiembre, 1966, con lo que rectificamos el error aparecido en las reseñas bibliográficas del título, “El diálogo de la novela”, y los núms. de la revista donde se aludía  indebidamente a los núms. 349, 350 y 351].

   Diario incompleto, Alicante, Ala y Mar, Ed. autor, 1972.

   Alicante y lo alicantino, Alicante, Caja de Ahorros Provincial de Alicante, 1980.[Incluye poesías de motivo alicantino no publicadas en libro, aunque alguna de ellas sí lo había sido, como  aclaré en mi artículo sobre bibliografía hernandiana de Rafael Azuar, pp. 99-127).

   Diario frente al mar, Alicante, Caja de Ahorros Provincial de Alicante, 1985. [Incluye también algunos poemas].

   Teoría del personaje literario y otros estudios sobre la novela, Alicante, Instituto de Estudios Juan Gil-Albert, 1987.

    Viñetas, Alicante, Caja de Ahorros del Mediterráneo, 1989.

    La aventura literaria, Alicante, Instituto de Cultura  Juan Gil-Albert-Editorial Aguaclara, 1995.

 

     Su obra didáctica:

Dictados ortográficos, Barcelona, Salvatella, 1953.

Copia y corrige, Barcelona, Salvatella, 1953.

Palabras y frases, Valencia, Aitana, 1959.

Cálculo y problemas, Barcelona, Salvatella, 1960.

Tareas escolares, Valencia, Aitana, 1961.

 

                                                         ----------------.

     Tengo notas de que dejó sin publicar, además de la nombrada arriba Un aire de amor envenenado, otras novelas: Las uvas del viñedo solitario y La ola en el tiempo. En su libro Victoria del amor cita como publicada en Alicante, 1991, Un desierto levemente sonoro, dato que no me ha sido posible verificar.

     En publicaciones, tales como INTIMIDAD POÉTICA, VERBO, GALATEA, POESÍA ESPAÑOLA, NIT VERMELLA, CANELOBRE, etcétera,  el nombre de Rafael Azuar apareció firmando poesías y artículos de prensa y revistas en   número tan considerable que me resulta imposible reflejar aquí sus títulos. Renuncio, incluso, a citar alguno ni siquiera como una simple muestra de su variedad.

      También  son  conocidos los Prólogos escritos por Rafael Azuar que aparecieron precediendo a las obras de otros autores. Basten, como ejemplo, citar entre otras, a las de Vicente Ramos (Pórtico auroral), Vicente Mojica (Geografía del llanto) y J. Payá Nicolau (Hablo de aquellas manos)

      Rafael Azuar formó parte del Aula GABRIEL MIRÓ en los mediados años cincuenta del siglo pasado y también perteneció al INSTITUTO DE ESTUDIOS ALICANTINOS,  vocal de la Sección de Filología y Literatura. Durante los años 1973 a 1977 ocupó la presidencia de la Sección de Publicaciones de dicha institución (desempeño del que, por cierto, fue el sucesor de quien escribe estas líneas).

     Muchas cosas se podrían añadir  de Rafael Azuar y de cuanto escribió. Su  recuerdo  como persona y como escritor perdurará en la memoria cultural alicantina.

 

                                                                                              GASPAR PERAL BAEZA 

Revista Perito, núm, 26, septiembre de 2008