Rafael Azuar Carmen nació
en Elche (Alicante) el 14 de enero de 1921, falleció en Alicante 16 de
noviembre de 2002. Su infancia trascurre entre dos localidades del interior de
la provincia de Alicante: Monóvar primero y Muchamiel después. Para poder
continuar con sus estudios, se traslada en 1930 a Alicante a estudiar el
Bachillerato, y es aquí donde coincidirá con Vicente Ramos, otro exponente del
grupo literario alicantino de la posguerra. El Instituto de Segunda Enseñanza
va a ser el catalizador de una fructífera amistad, continuada luego con sus
visitas a la Biblioteca Municipal, donde inician sus lecturas.
Éstas, primero se acercan a la persona y a
la obra de otro alicantino ejemplar, Azorín. Hacia el año 1936, el director del
archivo, anexo a la biblioteca, Eduardo Irles, viendo cuáles eran las lecturas
preferidas de estos entonces estudiantes, les hablará de su amigo ya fallecido,
Gabriel Miró, regalándoles a cada uno un ejemplar de una de sus novelas, La
novela de mi amigo.
Por si fuera poco el contacto de ambos con la
literatura, deciden iniciar reuniones en las casas de ambos para comentar los
textos que iban conociendo y leyendo de Juan Ramón Jiménez, Rubén Darío, Tagore
(al cual conocían por las traducciones de Juan Ramón y su mujer, Zenobia), José
María Vargas Vila, y otros, dándose incluso un intercambio de los textos que
ellos empezaban a escribir. Lamentablemente, poco después se inicia la guerra,
que en principio no hace sino estrechar más estos lazos y los nuevos lazos que
se van a ir tejiendo con nuevas adscripciones, como es el caso del oriolano
Manuel Molina, al cual conocían desde 1935. La Guerra Civil transcurre de
manera muy pacífica para Rafael Azuar. Por suerte para él no es movilizado,
dada su juventud, transcurriendo este convulso periodo rodeado de la paz y la
tranquilidad del campo del interior de Alicante.
Parece que incluso desempeñó labores como
maestro, tal y como hacían sus padres. Gana un premio de Pedagogía, el Ricardo
Vilar. En 1936, reside en la zona republicana, no va a la guerra porque era
menor de edad, finalizada esta tuvo que hacer el servicio militar en Benalúa, cursó
los estudios de Magisterio. En 1939,
tras finalizar la guerra, Azuar se reencuentra con Vicente Ramos y Manuel
Molina, a los que se une el dibujante publicitario Francisco García Sempere.
Juntos, redactan Renacer del silencio, que se realizaría con la máquina de
escribir del músico José Reolid. Esta obra, hoy perdida y de la cual sólo se
realizaría un ejemplar mecanografiado, comprendía poemas en prosa y en verso
que en general no hacían sino llamar a
la esperanza en los difíciles tiempos que se vivía. El libro, nunca editado
como hemos dicho, sin embargo les sirve de aglutinante para decidirse por la
poesía, que irá poco a poco llenando sus almas. Ya tenemos aquí al primer grupo
literario alicantino de la posguerra constituido. Está formado por el dibujante
publicitario y poeta (aunque cada vez menos) Francisco García Sempere, al cual
conocen durante los momentos finales de la Guerra Civil, Manuel Molina, Rafael
Azuar y Vicente Ramos.
Con ese bagaje obtenido con Renacer del silencio y la vitalidad que
les aúna, Rafael Azuar y los demás se embarcan en otra empresa editorial, la
revista "Arte Joven", de la cual sólo aparece un número, el de enero
de 1940. A ésta, le cabe el honor de ser la primera revista poética de la
posguerra civil, adelantándose a "Cancionero", de Madrid, o
"Cuadernos de poesías" de Madrid y Barcelona (1941). Esta revista se
va a gestar en una de las habitaciones de la casona de La Asegurada, en la que
Sempere vivía y trabajaba, y en ella colaboraron \también otros dos destacados
miembros del grupo de Orihuela, Carlos Fenoll y Adolfo Lizón Gadea.
De esta revista apareció un solo número,
más que por problemas monetarios por problemas de obligaciones personales, que
disgregaron momentáneamente el grupo: Vicente Ramos marcha a Valencia a
estudiar, Azuar ingresa en la Escuela Normal de Maestros, Manuel Molina es
llamado a filas otra vez, pues debe cumplir el servicio militar obligatorio en
tierras de Castilla, y además, García Sempere se dedica cada vez más al dibujo
y menos a la literatura. Tras esta aventura, Rafael Azuar publica los versos de
"Dafnis y Cloe", que se encuentran plenos de gracia y musicalidad,
teniendo que esperar hasta 1943 para encontrarnos otra vez con una tentativa
editorial del grupo.
Se trata de Intimidad Poética, una doble hoja de poesía en la que participan
además de Rafael Azuar, Manuel Molina y Vicente Ramos. En su primer número,
sólo llevará tres poemas, uno de cada uno, junto con una especie de manifiesto
o declaración de intenciones. Con él, según ellos, pretendían combatir el
neoclasicismo garcilasiano y el esteticismo imperantes, abogando por una poesía
quizás impura, pero que ennoblece la vida y todo lo relacionado con ella y que
estaba en consonancia con el dolor vivido en esos difíciles momentos por la
sociedad de la posguerra.
La revista se va a mantener con ese formato
de hoja volante hasta marzo de 1944. después de esa fecha, con ocho números a página
doble en la calle y que se adquirían mediante suscripción de 2 pesetas, pasa a
disponer de 20 páginas y de una cabecera a 2 tintas, ampliándose además la
nómina de colaboradores. Llegados a 1945, Azuar publica Perlas del silencio,
constituyendo el quinto volumen de la Colección Leila. Contaba este volumen con
un prefacio de Vicente Ramos, recogiendo unos versos musicales, nostálgicos y
límpidos que gozan de una mayor sensibilidad y personalidad que los de Manuel
Molina. Ello es debido a que Rafael Azuar presenta una mayor y más pronta
madurez lírica, quizá debido a la situación casi idílica de que va a disfrutar
en el campo alicantino del interior. Vicente Ramos habla muchas veces de él
como del primer mironiano, siendo curioso cómo van a intercambiarse sus
aficiones literarias en estos momentos.
Azuar, digamos que descubre desde ese momento
a Azorín y deja a Miró, y Ramos lo hace a la inversa. De este Azuar joven se
podrían destacar algunas cosas. Para empezar, sus modos elegantes, con un uso
muy fluido del lenguaje y del léxico, fruto de las abundantes lecturas.
Lecturas que le llevan por la ortodoxia del lenguaje, o más bien por la
clasicidad y serenidad del mismo, como digno sucesor de Miró. Él es quien de
hecho persuadirá a Ramos para que profundice en el conocimiento de Miró. Como
buen alicantino, presenta además una gran preocupación por el paisaje, por la
luz de Alicante y el Mediterráneo, pero todavía adquiere más notas distintivas.
Gracias a esas lecturas que mencionábamos, y quizá por influencias de su amigo
Ramos, en su obra se ven unas tímidas influencias germanas, cifradas por
algunos en Hölderlin y Rodenbach, pero no son las únicas, pues hay rasgos
rastreables de Juan Ramón Jiménez y Tagore, como ya dijimos, Mistral, Ortega y
Gasset y, finalmente, Unamuno, junto a Miró y Azorín. Estos últimos
estructurarían su estética y su técnica y fijarían su sensibilidad.
Colaborará más tarde en la revista
"Verbo", por la cual desfiló lo más granado de las letras lucentinas,
pero también poco a poco de las letras españolas.
Tras esta aventura participa también de la mano de su viejo amigo Vicente Ramos
y de la mano del Instituto Social Obrero en el Boletín Ifach. Era marzo-abril
de 1949, perdurando hasta mediados de 1950 y contando incluso con alguna que
otra ayuda de tipo institucional.
Como amigo de Vicente Ramos, vamos a verle también colaborando en la revista
Sigüenza, más concretamente en el número 3, aparecida en enero de 1953. Aparece
aquí un bello poema titulado "Oración por el mar", de léxico
colorista, luminoso, y que además caracteriza perfectamente el paisaje, el mar.
En 1959, el Aula Gabriel Miró le edita el
libro de relatos "Vivir y contar", que se compone de textos de Ramos
y otros, además de los propios de Azuar.
Hasta ahora hemos mencionado casi de forma exclusiva su faceta lírica, pero
Azuar también se dedicó a la prosa, y con bastante éxito. Por un lado, y
mostrando una gran preparación literaria y un perfecto uso del lenguaje, se
inició en la novela con la hasta ahora inédita Las voces del viñedo solitario,
que muestra, fruto de la temprana época en la cual la concluye (1943), su
tendencia a emular a Azorín. A ésta, le seguirán entre otras "Teresa
Ferrer" (1954), "Los zarzales" (1959) finalista del premio
Planeta, "Llanuras del Júcar" (1965), "Modorra" (1967),
premiada con el Premio Café Gijón, Las raíces y otros cuentos \ (1971) o
Crónicas del tiempo de la monda (1978).
Por otro lado, y deseando despertar en sus
lectores la afición por la literatura, es autor de varios ensayos relacionados
con la literatura. Entre estos podríamos destacar: "El diálogo en la
novela" (1967), "El diálogo y los personajes en la novela"
(1970), "Diario incompleto" (1972) y "Sobre los sonetos de
Miguel Hernández" (1975), este último anunciando tímidamente otra
destacada faceta de Azuar como prosista: la de crítico y columnista
periodístico, desde la que acaba erigiéndose también como fuerte bastión para
la defensa del hernandismo, tanto de su figura, como de su obra, en unos
momentos de cierta alteración en el Parnaso español: manifestaciones de Luis
Antonio de Villena, el rescate de las declaraciones de Luis Cernuda en contra
de la poesía hernandiana o las declaraciones y la actitud de Francisco Umbral,
escasamente comprensiva con la poética hernandiana.
Por suerte, también y desde esa misma "cátedra" se dedicará también a
ejercer labores de magisterio sobre la vida y la obra de Miguel Hernández.
¿Deformación profesional o admiración? Quizá las dos.
En 1980 aparece un volumen titulado Alicante y lo alicantino y editado por
la Caja de Ahorros Provincial, 1980. Son 23 pequeños textos que no pretenden
sino evocar Alicante, su esencia, sus tierras, sus gentes y su cultura y por
supuesto, su luz, tan presente también en la pluma de Azuar, a los que acompañan
18 poemas en los que también se pueden ver reflejados distintos aspectos de
Alicante, desde el mar a las palmeras, pasando por personajes como Miguel
Hernández o Gabriel Sijé y ciudades como Benidorm o aspectos culturales y
festivos como Semana Santa o los conciertos de la Explanada en junio (en
Hogueras).
Rafael Azuar, falleció en 2002 en Alicante,
después de una vida de intensa dedicación a la literatura y a Alicante, fruto
de sus desvelos en muchos de sus textos.
La preparación literaria de Rafael Azuar, como ha quedado demostrado, ha sido
muy sólida. Es un poeta eminentemente lírico, y así se deduce de unas
declaraciones suyas de 1958: "La poesía responde a una visión interior de
las cosas; es un modo de adivinar lo esencial de la realidad". La poesía,
seguía diciendo, es un "sueño de alas altas", pero que sin embargo
podemos ver que no escapa del dolor de los momentos presentes, y como ejemplo,
no tenemos más que asomarnos a su composición "Elegía a un
estudiante".
Para otros críticos, y fruto de ese amor por la palabra, es un perfecto
impresionista, presto siempre a hacernos unos apuntes de lo inmediato, como muy
bien ha destacado Manuel Molina. Libre de reiteraciones e insistencias, sin
embargo sabe darle a sus poemas la correcta dimensión para describir el hecho,
el suceso, la persona..., y siempre con música, gracia y ritmo.
La luz
suave del Mediterráneo, el colorido de las huertas, de sus montañas y de sus
campos ondulados, de su vegetación, todo lo visto, vivido, respirado por
Rafael, aparece en su obras, obras desarrolladas con una brillantez acusada en
cuanto a lo que constituye el uso de las metáforas, del ritmo, de la métrica,
de la palabra en definitiva.
Azuar siempre mostró una poesía de verdades, plena de esencias, y que no pueden
desentenderse de lo humano. El poema es la imagen de la vida, siendo el poeta
una de las mayores situaciones vitales.
Con esta declaración de intenciones no es de
extrañar que Rafael Azuar tenga por temas primordiales en su obra el amor, la
justicia, la verdad, la libertad, la generosidad, pero ello sin olvidar que a
veces hay temas que están escamoteados, que hay que aprovechar que se tiene esa
maravillosa herramienta que es la palabra para hacerlos notar. Con esta
herramienta, se podrá luchar contra la violencia, contra la coacción, contra
todo lo que humille al hombre.
(Biografía
basada en la que figura en Biblioteca Virtual Miguel Hernández, sección:
“Coetáneos de Miguel Hernández”).
En la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes se
pueden consultar algunos trabajos digitalizados de Rafael Azuar: http://www.cervantesvirtual.com/FichaObra.html?Ref=11637
BIBLIOGRAFÍA
HERNANDIANA DE RAFAEL AZUAR
El poeta, novelista y ensayista Rafael
Azuar Carmen nació en Elche el 14 de enero de 1921 y falleció en Alicante el 16
de noviembre de 2002. Su padre era maestro en una partida rural del campo de
Elche. Con la familia, se trasladó a Monóvar y Muchamiel. A los pocos años, en
1930, se afincó en Alicante.
Rafael Azuar, como su padre, también ejerció
el Magisterio y a esta loable labor se entregó durante más de cuarenta años.
La bibliografía hernandiana de Rafael
Azuar, sin ánimo de ser exhaustivo, la reseño a continuación, distinguiendo la
que dedica, en verso, a homenajear al poeta oriolano o la que, en artículo periodístico, destaca
algún aspecto de su persona o de su obra.
Poesía:
-
“Miguel
de la palabra”, Alicante, IDEALIDAD, nº
49, agosto-octubre 1960, s/p. Y en el libro Homenaje a Miguel Hernández,
Barcelona, AA.VV., Plaza & Janés, 1975, pp. 66-67. También en sus libros Crónica
y cantos que siguen al verano, Alicante, Instituto de Estudios Alicantinos,
1975, pp. 18-19, y Alicante y lo
alicantino, Caja de Ahorros Provincial de Alicante, 1980, pp. 106-107,
donde, por cierto, aparece en este volumen de ensayos en prosa porque, según se
advierte, se incluyen en él poesías de motivo alicantino “no publicadas en
libro”, afirmación incomprensible ya que figuran en los dos libros acabados de
citar. También se publica en su libro Primera
Antología (1938-1980), Alicante, Caja de Ahorros de Alicante y Murcia,
1982, pp. 121-122, y en Victoria del
amor, Palencia, Colección Rocamador,
1995, pp. 20-21.
-
“Miguel,
íntimo”, Alicante, PRIMERA PÁGINA, 28 marzo 1969, p. [12]. Se trata de una
revisión del anterior poema, de nueve endechas, “Miguel de la palabra”, al que
le ha añadido una nueva endecha más, que coloca en primer lugar (estos cuatro
versos heptasílabos asonantados: “A ti la vida breve/ te pareció un lucero/ y
los tuyos y el hijo/ la libertad y el viento.”), alterando el orden de las
endechas e introduciendo algunas variantes en determinados versos: duda-barro,
tu-la, granada-gratitud, centro-dentro, amorosa-trágica. No descarto que alguna
de estas variantes no sean más que meras erratas periodísticas.
No debió quedar
satisfecho el autor con esta nueva versión
del poema “Miguel de la palabra”, ya que no volvió, que yo sepa, a
reproducirlo y, en cambio, como se ha podido constatar, vio la luz varias veces
más en sus libros la composición inicial de 1960 en IDEALIDAD.
Artículos:
-
“El poeta Miguel Hernández”, Alicante, PRIMERA PÁGINA, 28 marzo 1968.
-
“Miguel Hernández y sus amigos de Orihuela”, Alicante, IDEALIDAD nº
138-139, septiembre-octubre 1969, pp. sin numerar.
-
“Sobre los sonetos de Miguel Hernández” [I], Alicante, IDEALIDAD, nº 187-188,
octubre-noviembre 1973, pp. sin numerar. [II], nº 189, diciembre 1973, pp. sin
numerar, [III], nº 190, enero 1974, pp. sin numerar, [IV], nº 191-192,
febrero-marzo 1974, pp. sin numerar.
-
“Sobre los sonetos de Miguel Hernández”, Alicante, II Asamblea
Comarcal de Escritores. Orihuela, 1972. Ponencias y Comunicaciones,
Instituto de Estudios Alicantinos, 1974. [Sinopsis].
-
“Sobre los sonetos de Miguel Hernández (Conferencia pronunciada en el
Ateneo de Santander el 10 de noviembre de 1972)”, Madrid, Miguel Hernández,
Taurus, 1975.
-
“Miguel Hernández. Aniversario. En la paz de Tudanca”, Murcia, LA
VERDAD, ed. de Alicante, 30 marzo 1975.
-
“Cernuda y Miguel Hernández”, “Umbral y Miguel Hernández”, “Visión
clásica del mar en Miguel Hernández”, Alicante, en su libro Alicante y lo
alicantino, Caja de Ahorros Provincial de Alicante, 1980.
-
“Poesía vitalista de Miguel Hernández”, Murcia, LA VERDAD, ed. de Alicante,
21 octubre 1988, p. 2.
-
“Miguel Hernández. El amor a la tierra”, Murcia, LA VERDAD, ed. de
Alicante, 7 enero 1989.
-
“Adolescentes de Orihuela”, “Sorpresas hernandianas”, “Cossío y Miguel”,
“Hernández, poeta original”, “Hernández y Góngora”, “El poeta y la política”,
Alicante, en su libro Viñetas, Caja de Ahorros del Mediterráneo, 1989.
En la página 3 de dicho libro y con el título de “Teoría de la viñeta”, el autor declara que
el querido lector tiene ante sí “una selección de ‘Viñetas’ publicadas en el
diario LA VERDAD, durante los años 1985-87.”
-
“Más sobre Miguel”, Murcia, LA VERDAD, ed. de Alicante, 28 abril 1992.
-
“El amor y Miguel Hernández”, Alicante, INFORMACION, 14 mayo 1992, p. 6.
-
“Al hablar de Miguel”, Alicante, INFORMACION, 5 noviembre 1994, p. 2.
-
“Dos poetas en la cárcel”, Alicante, INFORMACION, 13 octubre 1995, p.
2
-
“La musa de Miguel Hernández”, Alicante, INFORMACION, 20 diciembre 1994,
p. 2.
-
“Miguel Hernández y Buero Vallejo”, Alicante, INFORMACION, 12 enero
1997, p. 2.
-
“Un
poeta de Petrer”, Alicante, INFORMACION, 6 febrero 2002, p. 19. [Sobre
Francisco Mollá, poeta de Petrer, y Miguel Hernández, en el Reformatorio de
Adultos de Alicante, 1942. Es una repetición más extensa del artículo citado
antes “Dos poetas en la cárcel”. De este poeta, Francisco Mollá Montesinos
publicó la revista Instituto de Estudios Alicantinos, nº 30, mayo-agosto 1980,
pp. [229]-232, los poemas “El vuelo azul de un poeta”, “Entierro del poeta Miguel
Hernández” y “Miguel Hernández”].
-
“Recordando a Miguel” Alicante, INFORMACION, 6 junio 2002, p. 19.
Según el conocido hernandiano Miguel
Martínez-Mena, el poeta Rafael Azuar compuso otro poema que, en cierta manera,
está relacionado con Miguel Hernández. Se refiere al titulado “Carta a Josefina” cuando da
cuenta de la publicación por el Instituto de Estudios Alicantinos del libro de
Azuar Crónica y cantos que siguen al verano, donde aparece con una Nota
del autor y otras aclaraciones junto a la versión que inicialmente se había
publicado en los años cincuenta en la revista alicantina GALATEA. Según
Martínez-Mena, está dedicada esta “Carta” a Josefina Manresa, la esposa de
Miguel Hernández (una “bellísima lira”
en opinión de Vicente Mojica en su escrito “La poesía de Rafael Azuar”, en Literatura
ilicitana, Instituto de Estudios Alicantinos, 1977, pp. 123-128), como
puede leerse en las separatas de la revista ASÍ, X, 1975, pp. 72-73.
RAFAEL AZUAR. BREVE
REFERENCIA DE SUS LIBROS PUBLICADOS
La obra literaria de Rafael Azuar,
publicada, es diversa y numerosa, pues abarca tanto la poesía como la novela,
cuento o relato y el ensayo (diferenciado éste en el ensayo sobre tema literario y el de contenido pedagógico,
por las cuestiones relacionadas con su profesión de enseñante).
En otro trabajo mío ya he dado cuenta de
un aspecto de los temas (el referido a Miguel Hernández, el universal poeta de
Orihuela) que a lo largo de su vida trató el también poeta
Rafael Azuar.
Ahora, informaré de las fichas
bibliográficas de los volúmenes que vieron la luz pública bajo la rúbrica de
Rafael Azuar en su tarea literaria de poeta, novelista y ensayista (en esta
última faceta incluyo también los de su vertiente didáctica).
Como es sabido, Rafael Azuar Carmen nació
en Elche el 14 de enero de 1921 y
falleció en Alicante el 16 de noviembre
de 2002.
Empezó a escribir a edad temprana. Su primer trabajo literario publicado
lo fue en la revista alicantina
ARTE JOVEN, dirigida por Francisco
García Sempere, primera revista literaria
que apareció en España tras la guerra fratricida. Llevaba el nº 1, enero de 1940, y fue el único que vio
la luz. Firmaba Rafael Azuar “Dafnis y Cloe. Poema musical”. Por declaraciones
del propio Azuar se sabe que dicho poema lo compuso en 1936. Los autores que completaron
el sumario de tan curioso número único fueron Gaspar Gómez de la Serna, Carlos
Fenoll, F. García Sempere, Manuel Molina, Carlos de Santiago y Adolfo Lizón
Gadea.
Libros dedicados a su obra
poética:
Perlas
del silencio, Alicante, Intimidad poética, Colección Leila nº 5, con
prefacio de Vicente Ramos, 1944.
Poemas, Tarragona, Imp. Torres Virgili, prólogo
de Carmen Conde, 1950.
La lucha elemental,
Alicante,
Departamento de Cultura, Delegación Provincial de Cultura, 1955.
Crónica y cantos que siguen al verano, Alicante, Instituto
de Estudios Alicantinos, 1975
Primera antología (1938-1980), Alicante, Caja de
Ahorros de Alicante y Murcia, 1982.
Victoria del amor, Palencia,
Editorial Rocamador, 1995.
Verso y prosa, Alicante,
Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, 2001. [17 poemas en verso y 6
en prosa poética].
Con objeto de completar el repertorio de
sus poesías publicadas, en este apartado cabe referirse a las que lo han sido de una forma agrupada o en
bloque, en números de revistas o cuadernos poéticos que recogen, en cada uno de
ellos, obra de varios autores. En más de
una ficha bibliográfica los hemos leído como volúmenes editados exclusivamente
con poemas de Rafael Azuar.
Otros poemas, Alicante, SURESTE,
II, Cuaderno del Aula Gabriel Miró, marzo 1958. [Seis poemas].
Unos cuantos poemas, Alicante,
INSTITUTO DE ESTUDIOS ALICANTINOS, nº 1, enero 1969. [Doce poemas].
El cuaderno olvidado, Alicante,
FORMA ABIERTA, Cuadernos de Creación e investigación Artística, nº 5, diciembre
1976. [Seis poemas].
Asimismo, nueve poemas suyos figuran en la
Antología de la poesía alicantina actual (1940-1972), de Manuel Molina,
Alicante, Caja de Ahorros Provincial, 1973.
Libros con sus novelas y cuentos:
Teresa Ferrer, Madrid, La Novela
del Sábado, Ediciones Cid, 1954. [Finalista del concurso organizado por La
Novela del Sábado, empatada a puntos con una novela de Ignacio Aldecoa].
Los zarzales, Valencia, Aitana,
1959. [Finalista del Premio Planeta, 1958, con la máxima calificación de estilo.
Según Rafael Azuar, dicho en entrevista
periodística, fue dejada fuera del concurso cuando le escribió a Lara
declarándole que Los zarzales era una ampliación de su novela,
inédita, Un aire de amor envenenado,
que ya había tenido un premio. Este galardón, el tercer
premio de la revista madrileña ATENEO, le fue otorgado en 1956].
Llanuras del Júcar, Madrid, Editora Nacional, 1965.
Modorra, Alicante,
Graficas Díaz, 1970. Premio Café Gijón, de Madrid, año 1967. [Publicada con una Ayuda de Edición del Instituto de Estudios
Alicantinos].
Las raíces y otros
cuentos,
Alicante, Caja de Ahorros Provincial de Alicante, 1971.
Crónicas del tiempo
de la monda,
Orihuela, Caja de Ahorros de Alicante y Murcia,1979. Accésit Premio Gabriel
Sijé de novela corta, año 1978.
Teresa Ferrer y
otros relatos,
Alicante, Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, 1990.
Libros
con sus ensayos literarios:
El diálogo y los personajes en la novela, Alicante, Ed.
autor, 1970. [Publicada antes una parte del libro, la titulada “El diálogo en
la novela” en la revista LA ESTAFETA LITERARIA, Madrid, nº 349, 351 y 352, de
30 de julio, 27 de agosto y 10 septiembre, 1966, con lo que rectificamos el
error aparecido en las reseñas bibliográficas del título, “El diálogo de la
novela”, y los núms. de la revista donde se aludía indebidamente a los núms. 349, 350 y 351].
Diario
incompleto,
Alicante, Ala y Mar, Ed. autor, 1972.
Alicante y lo alicantino, Alicante, Caja de
Ahorros Provincial de Alicante, 1980.[Incluye poesías de motivo alicantino no
publicadas en libro, aunque alguna de ellas sí lo había sido, como aclaré en mi artículo sobre bibliografía
hernandiana de Rafael Azuar, pp. 99-127).
Diario frente al mar, Alicante, Caja de
Ahorros Provincial de Alicante, 1985. [Incluye también algunos poemas].
Teoría del personaje literario y otros
estudios sobre la novela, Alicante, Instituto de Estudios Juan Gil-Albert,
1987.
Viñetas, Alicante, Caja de Ahorros del
Mediterráneo, 1989.
La aventura literaria, Alicante,
Instituto de Cultura Juan
Gil-Albert-Editorial Aguaclara, 1995.
Su obra didáctica:
Dictados
ortográficos,
Barcelona, Salvatella, 1953.
Copia y corrige, Barcelona,
Salvatella, 1953.
Palabras y frases, Valencia, Aitana,
1959.
Cálculo y problemas, Barcelona,
Salvatella, 1960.
Tareas escolares, Valencia, Aitana,
1961.
----------------.
Tengo notas de que dejó sin publicar,
además de la nombrada arriba Un aire de amor envenenado, otras novelas: Las
uvas del viñedo solitario y La ola en el tiempo. En su libro Victoria
del amor cita como publicada en Alicante, 1991, Un desierto levemente
sonoro, dato que no me ha sido posible verificar.
En publicaciones, tales como INTIMIDAD
POÉTICA, VERBO, GALATEA, POESÍA ESPAÑOLA, NIT VERMELLA, CANELOBRE,
etcétera, el nombre de Rafael Azuar
apareció firmando poesías y artículos de prensa y revistas en número tan considerable que me resulta
imposible reflejar aquí sus títulos. Renuncio, incluso, a citar alguno ni
siquiera como una simple muestra de su variedad.
También
son conocidos los Prólogos
escritos por Rafael Azuar que aparecieron precediendo a las obras de otros
autores. Basten, como ejemplo, citar entre otras, a las de Vicente Ramos (Pórtico
auroral), Vicente Mojica (Geografía del llanto) y J. Payá Nicolau (Hablo
de aquellas manos)
Rafael Azuar formó parte del Aula GABRIEL
MIRÓ en los mediados años cincuenta del siglo pasado y también perteneció al
INSTITUTO DE ESTUDIOS ALICANTINOS, vocal
de la Sección de Filología y Literatura. Durante los años 1973 a 1977 ocupó la
presidencia de la Sección de Publicaciones de dicha institución (desempeño del
que, por cierto, fue el sucesor de quien escribe estas líneas).
Muchas cosas se podrían añadir de Rafael Azuar y de cuanto escribió. Su recuerdo
como persona y como escritor perdurará en la memoria cultural
alicantina.
GASPAR PERAL BAEZA
Revista Perito, núm, 26, septiembre de 2008