En el artículo de hoy no voy a hablar
del coronavirus, ni de la pandemia, ni de que al final el Gobierno ha
rectificado y no va a pedir una prórroga de 30 días del estado de alarma
sanitario –porque era anticonstitucional– puesto que las prórrogas por el estado
de alarma son de 15 en 15 días, no de 30 días porque sería un estado de
excepción (art. 166.3 de la Constitución). Sáncheztein ha conseguido una
prórroga hasta el 7 de junio gracias al apoyo de sus socios Unidas Podemos, más
los aleros de los flancos Ciudadanos y del PNV. En cambio los socios que
propiciaron la investidura han votado no, y amenaza ERC que nada será como
antes y peligran los presupuestos generales. Ni tampoco voy a escribir de La Peste de Albert Camus, ni sobre los
textos de Tucídides ni de Sófocles sobre la peste que asoló Atenas en el 430 a.
C., ni de Homero sobre la epidemia que cita en La Ilíada, que diezmó a los griegos contra la ciudad de Troya
(durante 10 años de asedio), ni tampoco de la gripe mal llamada española de 1918,
porque estoy casando de lo mismo de siempre...