Amigo y poeta en el adiós eterno, te digo Luis lo
mismo que le dijera José Zorrilla a Larra en su entierro:
Poeta, sí en el no ser
hay un recuerdo de ayer,
una vida como aquí,
detrás de ese firmamento…
conságrame un pensamiento
como el que tengo de ti.
Y Miguel Hernández en la Elegía Primera Federico García Lorca, dice:
Muere un poeta y la creación se siente
herida y moribunda en las entrañas.
Un cómico temblor de escalofrío
mueve terriblemente las montañas,
un resplandor de muerte la matriz de los ríos.
Miguel Hernández le dice en el prólogo de Viento del pueblo a Vicente Aleixandre
…y cada poeta que muere
deja en manos de otro, como una herencia,
un instrumento que viene rodando desde
la eternidad de la nada a nuestro
corazón esparcido.
Amigo Luis te recuerdo en aquella pionera tertulia
del Grupo Miguel Hernández fundado por Rosario Salinas o Emilio Victoria. Ahora
te va a encontrar con ella en los cielos poéticos y vais a recitar a dúo
aquellos poemas que tan hermosos componíais, entre ángeles, arcángeles,
querubines y serafines…
La poesía nace del pueblo y el poeta no es sino el
intermediario de su sentir, el poeta convierte la voz del pueblo en materia
poética…Los poetas somos viento del pueblo: nacemos para pasar soplados a
través de los poros y conducir sus ojos y sus sentimientos hacia las cumbres
más hermosas (M.Hernández).
Y tu admirado Quevedo escribió en un soneto:
Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán cenizas, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.
Réquiem de Ramón Palmeral
Alicante, 5 de febrero 2019