Se nos cayó Barei o se tiró. Se apagaron las luces. Un fracaso de la canción nunca mejor dicho. La cancion española quedo por los suelo. Un fracaso anunciado. Cancion española en inglés. El experimento no salió bien. Alguien en TVE, televisión española debe dimitir. Un fracaso anunciado. Como dice Mariano Rajoy los experimentos con gaseosa.
Dimitir o ser cesado. Nadie quería una canción española en inglés, pero a un "iluminata" que cobrará un sueldazo, y estará enchufado, se le ocurrió la idea de perder la identidad. Nadie en Europa lo entendió, y se sorprendieron todos. El castigo de los votos negativos no fue por culpa de Barei, sino de la idea. Porque Barei canta y baila muy bien. A alguien se le ocurrió que deberíamos perder la identidad. La R A E, se calló.
Por su parte, España no pudo
pasar del 22º lugar con la interpretación del tema 'Say yay!' por parte
de Barei, que por momentos subió hasta el tercer puesto en las apuestas
pero que no pudo confirmar las expectativas.
Y
todo pese a que Barei ofreció una actuación muy enérgica, optimista y
en la que la representante española estuvo vocalmente impecable. Pero no
funcionaron los golpes de efecto que la artista ideó para atraer el
voto de los europeos. Tampoco su famosa caída a mitad de actuación,
uno de los momentos más comentados de la noche. La sorpresa llegó hacia
el final del primer estribillo, cuando la cantante realizó un giro que
la desequilibra y acaba cayendo. A partir de entonces, tres segundos intensos, eternos, desconcertantes. La música se detuvo en un estadio donde, totalmente a oscuras, sólo se escuchaba la respiración entrecortada de la artista. Un
foco la buscó entre el gran vacío y Barei reapareció en el suelo, con
gesto nervioso y dubitativo. Y entonces, siguió cantando a capella el
tema e incorporándose con fuerza para transmitir el mensaje de
superación que destila la letra de su tema.