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miércoles, 23 de diciembre de 2015

Crónica de Carlos Bermejo. Presentación de la novela "El cazador del arco iris" de Ramón Fernández Palmeral






   Crónica de Carlos Bermejo

    En la tarde de hoy martes, veintidós de diciembre, hemos asistido en nuestro CENTRO DE ARTE,  a la presentación de la nueva novela de RAMÓN FERNÁNDEZ PALMERAL, titulada “EL CAZADOR DEL ARCO IRIS”, que ha comentado por medio de una extraordinaria y extensa sinopsis, la escripintora PILAR GALÁN.
 Abrió el acto de presentación, CARLOS BERMEJO, secretario de la Asociación y coordinador de talleres, que se limitó por medio de breves  palabras, a dar paso a la presentadora:
“Queridos amigos y compañeros
 Hoy nuestra Asociación se congratula de poderos ofrecer en vivo y en directo, el alumbramiento a la luz pública de un nuevo libro de nuestro querido y admirado compañero, RAMÓN FERNÁNDEZ PALMERAL,  el escripintor e intelectual  más activo de todos los que cultivan y divulga la cultura entre nosotros, del que no voy a argumentar con datos de su asombroso curriculum cultural y artístico, tal aseveración por mi parte,  pues lo  doy por sabido de todos vosotros.
    Para presentar el alumbramiento, viene otro pilar  de hecho y de nombre de los escripintores de nuestra Asociación: nuestra muy  querida y no menos admirada, PILAR GALAN, que ella, como filóloga y profesora de Lengua y Literatura Castellana; escritora y  poetisa; voraz lectora y correctora de textos, es quien mejor podrá desvelarnos y desenredar el misterioso nudo endogámico de la saga familiar de “los Simontes” en la que ha nacido el autor y el libro que Pilar  nos presenta”.
    A continuación tomó la palabra, PILAR GALÁN, prodigio del buen decir en el habla castellana de su Valladolid natal, y de mejor sintetizar las cuatrocientas cincuenta páginas de la novela que se presentaba, por medio de una sinopsis que merecía figurar en la antología de éste género  habitual de las contraportadas, que encaró a pelo montada en el lirismo de su prosa poética que nos encandilo a los que ya la conocemos y que, seguramente, fue un descubrimiento para quien le era desconocida.
      Retrato a Ramón con calificaciones tales como: “Ramón es la  palabra y la imagen intuitiva y genial, lanzada como un dardo certero al alma de quien se le pone a tiro. Un artista genuinamente auténtico; en  él no hay dobleces, ni en su persona ni en su magnífica obra, por eso nos llega tan directa al corazón. Ramón en un ser vitalista, un ser puro con sus luces y sus sombras. Por eso ha sabido crear ese estilo tan personal que le identifica plenamente y que es tan difícil de lograr para un artistas. En “El cazador del arco iris” encontramos al Palmeral auténtico y genuino, con ese estilo barroco y ornamental, a la vez tan sencillo y puro. Con el empleo de metáforas surrealista, deja volar su prodigiosa pluma, que tiene ecos de García Lorca, andaluz como él. A la vez espontaneo y natural, apegado a los dichos del pueblo y a veces se muestra tan  filósofo y dogmático como Seneca, con  ese cierto estoicismo de adaptación a la adversidad, y sin perder la calma nunca.”
    Luego paso a estudiar la obra, de la que dijo que utiliza la leyenda del arco iris, por cuyas bases  de luz se podía ir  y regresar de los cielos. De allí ha regresado José Ramón Fernández, y es su hijo, Ramón, Ramoberto en la novela, el depositario y el narrador de su mensaje. José Ramón, despierta en su aldea de nacimiento Acebumeya, nombre ficticio, pero lugar real que pertenece a Málaga. Este recurso, ya utilizado por escritores como Juan Benet, es el lugar donde sitúa a los personajes. También lo vemos en García Márquez, en su novela “Cien años de soledad”. Y la saga de la familia de “los Simontes” tiene cierto paralelismo con la de “los Buendía” de García Márquez.
     Y este tenor Pilar, ha ido desgranando episodios de la novela, donde se mezcla episodios fantásticos, divertidos y pasionales, en un ciclo completo de una cultura y un mundo marcado por las difíciles condiciones en las que viven los personajes, entre los años de mediados del siglo XIX hasta el 2013. Todo sucede en un tiempo lejano y mágico, donde hombres y naturaleza estaba en estado puro.
     Finalizó diciendo que “Ramón, ha logrado con esta novela,  crear un estilo propio, envolvente, audaz, lleno de dinamismo y fuerza, que desde la primera página del libro nos seduce y a nadie deja indiferente”

     Y ya tomó la palabra el autor, para de forma prolífica y por medio de la proyección de diapositivas, situar paisaje y paisanaje, etnográfica e historicistamente, en el lugar donde se desarrolla la acción, utilizando los recursos del buen narrador, que no es uno sino varios que se solapan en el tiempo y “en un mundo propio donde nada es lo que parece, ni parece lo que es”, en la que el autor nos demuestra una vez más su imaginación narrativa para convertir la realidad en ficción, adentrándose en un lugar por donde vagan sus ancestros y el mismos, pues se trata de una novela coral y autobiográfica, en la que la endogamia que se da en un pueblo aislado del mundo, donde las familias viven y procrean entre ellos, “como hacían antaño las familias reales”, señaló Ramón para justificar el cruce de los Fernández, que ha dado lugar a unos cuantos cientos de ellos y a los dobles apellido iguales, que dicho sea de paso, nuestro autor ha trastocado su segundo Fernández, en el Palmeral que él esta inmortalizado en su condición de escripintor.

 Tras la presentación, Palmeral firmo y dedico numerosos ejemplares del  libro, a parte de los asistentes pues no hubo para todos.
Carlos Bermejo Coordinador de Talleres de la AAA
Alicante, 22 de diciembre de 2015

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