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jueves, 9 de octubre de 2014

JESÚS LOZANO “SAORÍN” HA DESTRIPADO EN CIERTA FORMA Y A SU MANERA, MI LIBRO “HISTORIA DE YO”




     Después de leer “concienzudamente”, mi libro “HISTORIA DE YO” editado por AMAZON  digital el 28 de julio de éste año, mi querido amigo, JESÚS LOZANO “SAORIN”, reconocido  y reputado acuarelista de fama nacional e internacional, se ha destapado con una “opinión analítica” de lo que su apasionada lectura le ha sugerido, en la que lo analiza desde un óptica un tanto filosófica y  trae a colación para aseverar sus argumentos, nada menos que a Darwin, a  Unamuno, a Hesíodo  a Marañón y, para rematar, no se olvida de Leonardo, algo normal en un artista como lo es “SAORIN”.
  Ni que decirse tiene, lo que me ha gustado el detalle y esfuerzo intelectual de mi amigo, teniendo en cuenta que él no está volcado en las letras, como lo está en los pinceles. Y sin embargo, tengo que decir que el resultado de sus reflexiones es bastante sustancioso y, por supuesto, -dado nuestra amistad y al parecer lo que le ha entusiasmado el libro-, generosamente laudatorio, algo que le agradezco en gran manera.
 Y aprovecho esta introducción, para responder a una de las varias pregunta que se han hecho él y algunos lectores más (especialmente mis amigas rubias naturales o teñidas)  del porqué de la indiferencia de mi libido ante las mujeres rubias. Creo haberlo explicado en el capítulo 15 “El guardián del ángel”. Sin embargo, tengo que decir que no soy ni lo he sido nunca “indiferente” a la belleza de las mujeres  rubias, pero ni yo sé el porqué, del hecho de que mi libido se despierte ante las morenas y no ante las rubias, aunque he llegado a pensar, que por alguna razón freudiana que se me escapa, para mí las mujeres rubias son algo así como ángeles asexuados  de aquellos que en la niñez veía en las peanas de las imágenes de las vírgenes y santos y yo por mi educación sentimental y religiosas soy incapaz de copular con un Ángel. 


......................................Comentario de Jesús Lozano Saorin..........................................

          El   reciente libro de Carlos Bermejo, Historia del yo, nacido en Molina de Segura (Murcia), en el año 1937. Militar profesional, periodista y pintor, es un relato en primera persona del autor, que abarca desde la niñez, a la adolescencia y acaba en su boda a los veintisiete años. El argumento es casi un resumen extractado y autobiográfico, en el que narra con cierto realismo poético el despertar de su sexualidad, enmarcada dentro de una familia acomodada y muy religiosa como era la suya. Teniendo en cuenta  que ésta se desarrolla en los años de la posguerra civil, en principio en su pueblo natal y posteriormente en el Madrid de mediados de los cincuenta y sesenta del pasado siglo, y por supuesto, sin olvidarnos de su formación castrense. 
El autor titula el libro “Historia de YO”. Consta de 265 páginas y está publicado en (Amazon.es, digital 2014).
Tras leerlo concienzudamente, he de decir que la redacción tiene un estilo sencillo, ameno, profundo, valiente por cuanto atrevido, sentido y con verdad, al tiempo que con abundancia de datos, pero sin desvelar la identidad de ninguna de las personas involucradas en el relato.
Verdaderamente creo que es una obra de arte, porque como decía Leonardo de Vinci “En la obra de arte debe estar: La sensibilidad del artista y el rigor de sabio, la fuerza de los sentimientos y el orden de la razón”. Y todo ello lo hallamos en esta obra.
Tras lo antedicho y como complemento asociado, intentaré desgajar lo que me ha parecido éste libro.
En primer lugar nos encontramos con el título, en el cual el autor al igual que otros muchos artistas, y no solo escritores, pretende encerrar y hacer una compilación en un solo vocablo de toda la obra.
Pues bien, creo que lo consigue, el título es ideal por lo siguiente:
Por un lado tenemos el “Yo”, que es un pronombre personal, es decir que  la persona que habla o escribe se refiere a sí misma.
La “Historia de yo” empieza justo cuando tiene conocimiento de sí mismo. Porque cuando un ser humano nace, no tiene consciencia del otro, por lo tanto no tiene consciencia de sí mismo. Y es en los primeros años de su infancia, con la influencia del ambiente en el que vive y los supuestos genéticos, cuando surge el momento crucial para que su yo, se forme. Para que surja esta figura, el nuevo sujeto tiene que entrar en contacto con otros, en principio por medio del lenguaje, presumiblemente de la madre, del padre o de otra persona, y acto seguido por la vista. Pero cuando se da cuenta, cuando termina de formarse su yo, es cuando ve su imagen reflejada. Pues bien, ahí, en ese preciso momento, es cuando el autor comienza con el relato, es donde empieza su memoria, es el inicio de su historia y de donde parte esta obra. Se inicia el libro con una fotografía del protagonista en la portada, cuando tenía cuatro años.
El narrador, en la búsqueda de la esencia de la verdad que persigue descubrirnos, ha tenido en cuenta destacar la heterogeneidad de protagonista, más que la homogeneidad, con el fin de resaltar la trama elegida. Logrando con ello hacernos reflexionar, sobre la oportunidad de perseguir la particularidad a la hora de contar la historia del estado personal, interno y espiritual del protagonista.
El autor no escribe una historia continua del yo, sino que extrae o se centra en el despertar de su sexualidad hasta la consagración de ésta por el amor, o mejor dicho, con el amor de su vida. Para ello hace un recorrido de la diversidad de las versiones del “ser persona” con las que se ha ido formando (carácter, personalidad, identidad, reputación, honor, ser ciudadano, individuo, etc.), que van actuando y modelando la conducta de la persona, enclavada en una determinada familia, lugares y tiempo. De ahí, que podamos decir que la relación del autor con su yo, ha adoptado la forma que tiene, porque ha sido objeto de toda una variedad de situaciones que de alguna manera han ido moldeando la forma en que entiende y conduce su existencia como ser humano.
A esta altura del análisis, deseo apuntillar algunas reflexiones que se desprenden de la lectura. Haciéndome eco del sentir, que el personaje nos revela en algunos pasajes de este libro.
Por ejemplo: la interrogante que se plantea ante la intriga, por no haber sido develado el hecho de la indiferencia que éste tiene, ante las mujeres rubias. ¿Estamos ante algo intrínseco del protagonista, o no?, y si fuera que sí, ¿a qué se debe?
También llama sobre manera la atención, como aun estando en varias ocasiones a punto de culminar el acto sexual, sin que hubiera nadie que pudiera impedirlo, y pese a estar los personajes como dice el autor “martirizados por el deseo insatisfecho”, solo, y nada menos, los que les frena es, su férrea voluntad de llegar “vírgenes” al Santo Matrimonio ¡Da que pensar, verdad! ¿Qué diría Charles Robert Darwin al respecto? Él, que postuló que todas las especies de seres vivos han evolucionado con el tiempo a partir de un antepasado común mediante un proceso de selección.
De estas dos ejemplos podemos deducir la evidencia de que, el hombre es el ser supremo de la creación, el único capaz de tales gestas, y lo es, porque es el dueño único del pensamiento.
Para finalizar he de decir que Carlos Bermejo, es un hombre polifacético, una amalgama de virtudes, un ejemplo de tesón y de cuanto se puede conseguir con firme determinación y juvenil ilusión, elementos de los que ha hecho gala durante toda su vida. Solo una persona como él, capaz de como dijo Miguel de Unamuno “pensar la ciencia y sentir el arte”, pudiera haber escrito este libro. Libro que contiene una firme voluntad artístico vivencial que embebe los sentidos, arrastrándonos hacia la fascinación por el personaje, desprovisto ya de juicio moral o nostálgico, en el que nos muestra la evidencia de un hombre que luchó por lo que creía, con toda la fuerza del poder creador del pensamiento, luchó por el amor a la vida, por el amor de su vida.
Creo que con la lectura de este libro, queda claro que hay una gran diferencia entre las muchas cosas que el autor de esta autobiografía parcial ha sido, lo que es, y lo que puede enseñarnos. La reflexión a la que nos invita la lectura de este, su libro “Historia de Yo”, hace que seamos más ricos en el saber.
Por último, creo que algunas personas que estén leyendo esta opinión, pudieran estar preguntándose el motivo por el cual, si casi al principio de este escrito traté de describir el significado de la palabra Yo, por qué no hice lo mismo con la palabra Historia, pues bien, la cosa es muy sencilla, creo que todos, más o menos, conocemos su significado, pero sobre todo es, porque con este libro “Historia de YO”,  el que hace Historia, es el autor.
Por lo tanto, no olviden “señores” de “Amazon.es”, que este libro merece una edición en papel, por lo que sirve al intelecto de las personas. Éste libro estimula la lectura, nos ayuda asimilar conceptos y conocimientos, nos ayuda aprender, es una conquista del saber. No les quepa duda que publicándolo contribuirán a lo que decía el poeta griego Hesíodo, sobre el saber “si vas almacenando poco a poco y a menudo, pronto tendrás mucho”.
Carlos Bermejo, gracias por regalarnos tu vivir, las cosas mejores del mundo siempre las han hecho personas como tú, las que Gregorio Marañón llamaba “diletantes”, que son según él “los que hacen las cosas por deleite, por amor y no por obligación”.