Páginas

viernes, 16 de marzo de 2012

A la mujer alicantina, por Carlos Fenoll, Hogueras de San Juan de 1942


(Sello personalizado emitido por el pintor PALMERAL, residente en Alicante. Sello de valor incalculable)

Mujer alicantina, en tu homenaje
te ofrezco mi riqueza:
además de un sencillo y negro traje
tengo un mundo transido de belleza.

En él ya no es tan pobre el agua pura
ni la hoja amarilla y volandera.
A todo le he imprimido mi ternura
y ya es de otra manera.

Ya todo lo que es bello, todavía
es más bello para mi corazón.
Mundo claro, de ensueño, de poesía,
de transfiguración.

La noche es una selva palpitante
y una selva una noche misteriosa;
el rocío es un llanto de diamante
en la dulce mejilla que es la rosa.

Un beso es una espada
de un húmedo coral para el amor.
El mar es solamente una mirada
y una tierna mirada es una flor.
Un astro es una mano que resbala
por la sombra de un triste pensamiento,
y una mano es un ala que palpita en el viento.

En mi mundo se exalta y se resume
la fuerza de la gracia y la alegría;
se revela el misterio del perfume,
del color, de la forma y la armonía.

Mas toda esta belleza que tiene el manto
de la tuya divina.
Tu belleza es mi espuma y es mi canto,
mujer alicantina.

Donde acaba tu piel
acaba la tersura.
Después de tu mirada, ya no hay miel.
Sueña el jazmín tu blanca dentadura.
Noche, selva, diamante,
flor, rocío, agua pura ;
lumbre astral, mar sonoro, ala vibrante:
¡acatad el poder de su hermosura!


Carlos Fenoll (1912-2012), Llibret homenatge a la Bellea del Foc. Alicante, junio 1942
Este madrigal ganó un primer premio

BLOG DEL CENTENARIO

La sensualidad, la elegancia el erotismo de la mujer alicantina es particular, cuando aman, aman como ninguna, les cuesta pero cuando alcanza el amor es como conseguir el paroxismo. Alicante. Higuera de san Juan.