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miércoles, 24 de agosto de 2011
Alicante tuvo un cardenal primado de España
(retrato del Cardenal en la Iglesia de San Juan Bautista de Benixama)
Miguel Payá y Rico (Benejama/Benixama, Alicante, 20 de diciembre de 1811 - Toledo, 1891) fue arzobispo de Santiago de Compostela, bajo su pontificado se "redescubrieron" los restos del Apóstol Santiago que fueron escondidos en el siglo XVI por temor a las incursiones del pirata Francis Drake en las costas gallegas. Se le considera el impulsor del Camino de Santiago en nuestros días. Arzobispo de Toledo y Primado de España. Bautizó al rey de España Alfonso XIII.
[editar] Biografía
Realizó estudios de primera enseñanza en Biar y Onil. En Valencia se graduó de bachiller y después en Filosofía y Teología en la Universidad de Valencia. Se ordena sacerdote en 1836. En 1841 es nombrado párroco de su Benejama natal y allí costruye la iglesia de dicha villa.
En 1844 actúa conjuntamente de profesor de la Universidad y del Seminario de Valencia. Por esta época funda el periódico "El Eco de la Religión" en el que pregona su cristianidad.
En 1857 es nombrado Obispo de Cuenca.
En 1870 elevó su fama como teólogo con su intervención en el Concilio Vaticano I en donde defendió la infabilidad del Papa como dogma de fe.
El 16 de enero de 1874 es nombrado Arzobispo de Santiago de Compostela, tomando posesión el 25 de febrero de 1875. El Papa Pío XI le nombró cardenal en 1877 y como tal intervino en el Cónclave de 1878 que elegiría al Papa León XIII.
Payá y Rico fue un gran orador parlamentario y en las legisláturas de 1871 y 1877 fue elegido senador por la provincia de Guipúzcoa.
Durante su arzobispado en Santiago de Compostela fueron redescubiertos los restos del Apóstol: Emprende obras en el altar mayor y el 28 de enero de 1879 tras perforar una bóveda encuentran una urna con huesos humanos, lo que parecía posible que estuviesen ante los restos del Apostol Santiago. Payá encargó a la universidad compostelana analizar los restos y con estos datos, el Papa León XIII en 1884 y por medio de la Bula "Deus Omnipotens" anuncia a todo el mundo católico el descubrimiento de los restos del Apóstol lo que supone el comienzo de las actuales peregrinaciones a Santiago.
El 7 de junio de 1886 es nombrado Arzobispo de Toledo, Primado de España y Patriarca de las Indias Occidentales. Ese mismo año bautizó al Rey don Alfonso XIII.
Rigió esta archidiócesis hasta su fallecimiento, a los 80 años, en la Ciudad Imperial el 24 de diciembre de 1891.
EXHUMACION DE LOS RESTOS DEL APOsTOL SANTIAGO:
Así las cosas, en 1878 el cardenal D. Miguel Payá Rico ordenó el inicio de las excavaciones arqueológicas dirigidas por D. Antonio López Ferreiro y D. José María Labín, que terminaron sus trabajos el 1 de febrero de 1879. Habían encontrado bajo el Altar Mayor una cripta rectangular dividida en dos compartimentos: una cella para los restos de un personaje principal (¿el Apóstol?) y otra para los criados o discípulos (¿Atanasio y Teodoro?). Todo ello rodeado por un corredor, con muros de sillares de granito y mosaico en la cella. En ésta se encontraron restos de un mármol finísimo, quizás proveniente de un sarcófago. Todo ello revela que se trata de un edificio sepulcral romano, de la época imperial, plenamente coincidente con restos similares encontrados en Nimes, Roma, Mahón, Tarragona, etc. Además, aparecieron ungüentarios, lacrimatorios, un collar, una redoma, una campanilla, algunos granos de trigo y objetos de pasta de vidrio azulado semejantes a los encontrados en las Catacumbas Vaticanas, todos ellos de época romana, además de monedas de varias naciones, desde Carlomagno hasta Felipe II. En resumen, podría afirmarse que se trataba de un mausoleo romano de algún importante personaje
cristiano del siglo I.
Sin embargo, la inicial alegría del hallazgo se vio bastante menguada al no haber encontrado restos humanos. Se recordó entonces la tradición oral del ocultamiento de los restos en el ábside, detrás del Altar Mayor, ante la amenaza de Drake. Se comprobó que en el lugar que marcaba dicha tradición se había construido poco antes de 1823 un altar, al que acudía diariamente el clero a cantar la antífona "Corpora Sanctorum in pace sepulta sunt". Además, en dicho lugar había una estrella de mosaico en el pavimento, sobre la cual estaban pintados en la bóveda los atributos del Apóstol, incluidos el arca y la estrella. Rompiendo el pavimento justo en dicha estrella se encontró una urna conteniendo huesos pertenecientes a tres individuos varones, muy probablemente de los primeros siglos del Cristianismo, uno de ellos con síntomas de muerte por degollamiento. Se comprobó que una muela, atribuida a Santiago y conservada en el relicario de la Catedral, encajaba perfectamente en una de las mandíbulas encontradas, y que la apófisis mastoidea regalada por Diego Gelmírez a la catedral de Pistoya (como reliquia del Apóstol) faltaba en uno de los cráneos. La urna había sido construida apresuradamente con materiales procedentes del edículo encontrado bajo el Altar Mayor, incluido un trozo de mármol idéntico al del presunto sarcófago (ver anexo 3.A.). Basándose en los datos obtenidos, el Papa León XIII decretó el 25 de Julio de 1884 la autenticidad de las reliquias como pertenecientes al Apóstol y sus discípulos Atanasio y Teodoro, ratificándolo en la Bula "Deus Omnipotens" (1/XI/1884) (ver anexo 3.B.).
PARA CONOCER LA BIOGRAFÍA DEL CARDENAL, disponemos de una biografía de
Antón Pombo Rodríguez.
En este amplio estudio de la figiura del Cardenal Payá y Rico, Antón Pombo nos adentra en una de las figuras claves de la iglesia compostelana del siglo XIX.
Neste amplo estudio da figiura do Cardeal Payá y Rico, Antón Pombo nos adentra nunha das figuras claves da igrexa compostelá do século XIX.
ISBN 978-84-936241-5-6
VER TAMBIÉN APUNTES PARA UNA BIOGRAFÍA de Pilar Tormo Martín de Vidale