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domingo, 29 de mayo de 2011

A UNA MUJER MAGICONSCIENTE

Por Héctor José Corredor Cuervo



Retumban las palabras en mi mente

de una mujer con alma cristalina

que destella con luz resplandeciente

en las horas de asombro y de neblina.



Ella transita todo el universo

cual si fuera la errante golondrina

para llevar sus trinos en un verso

con sonidos de la región Andina.



Ella sueña de frente a una aurora

y se estremece ante una tempestad

para proseguir con fe arrolladora

por caminos de paz y libertad.



Ella hurga la mente de los humanos

para atender sus voces interiores

que le piden ayude a sus hermanos

que se ahogan en mares de rencores.



En sus arterias con sangre mezclada

corren ríos de amor y de amistad

que confortan el alma acongojada

en los desiertos de odio y falsedad.



Su mente esta llena de fantasía

para ver las sonrisas de la gente,

para ofrecer vida con poesía

en antros donde muere el indigente.



¡Oh!,
mujer noble, de corazón de oro

yo quisiera tus huellas proseguir

para llevar la paz como un tesoro

entre sueños de amar y de vivir.