Te fuiste en silencio como un cobarde
que roba en la noche y emprende la huida.
Te fuiste como un cobarde llevando contigo
mi frágil corazón entre tus manos.
Te fuiste sin despedidas, sin palabras,
indiferente a mi amor y mis poemas.
Te fuiste como esta noche de oscuridad
que a la luz de una vela que se extingue
te escribo decepcionada y suspirando
tu ultimo poema. Te fuiste sin adiós.
Te fuiste y no supe el porque de la partida.
Imagino que te cansaste de fingir un amor
que no existió nunca y tan solo te divertía
ver mi cariño y dolor rimado en versos,
en letras que lloraban en cada punto.
Te fuiste como la luz de esta vela, y a oscuras,
temblando, pongo fin a este poema triste
que será mi adiós para el cobarde que fuiste.
Sandra Figueroa H.
Monterrey, N. México
Marzo 1 del 2004