Un gorrión playero
Sol, playa, Urbanova
tabaco por quemar
aún conserva veneno
de un marrón en hebras
que alguien dejó en la arena.
Hamaca sentado sobre el caparazón del mundo
arena seca y gorriones sueltos
me mira el gorrión playero,
la concha y la hormiga
el mar conserva su música de olas
La mosca sobre el bañador rojo
¡que fastidio, qué atrevimiento!
¿No vienen las ballenas a comerse la mosca?
Piedra, isla, horizonte sin barcos
marejada perfecta sin puerto
Mañana luminosa son su soledad a hombros.
La mujer se fue a caminar
y yo aquí,
yo, con la libreta de rayas en las manos y la cabeza en otra parte.
En la arena la huella que dejó el bastón al caer
parece como si hubieran sacado una escultura de piedra
como si fuera un signo, una letra.
El mar esta que se cae
El mar está en plan sargento
Mandado galones de olas
Mandando crines de espumas
Ahora pasa la barca a motor
Es hora de escribir algo, de crear
Sin que nadie me moleste
“la almeja con su carita de nácar
y allí estabas, debajo, la diminuta hormiga
buscando empleo"
Y por allí, lejos vienes tú con tu gorra blanca,
cerca de la orilla del mar suelto.
Ramón Palmeral, 5 de julio 2010.
Playa de Urbanova