Por CARLOS BERMEJO
Mi querido amigo Ramón Fernández “Palmeral”, me pide para colgar en su blog, que le mande alguno de los poemas en prosa poética, que le dije tenia escritos de mis años de juventud en el Madrid de los últimos cincuenta y principios de los sesenta del pasado siglo Al releerlos hoy, cincuenta años después, veo que rezuman la profunda tristeza melancólica y romántica con que entonces me encaraba a un futuro incierto. Sin embargo no quiero rectificar nada y los dejo tal cual los escribí, pues son fruto de unas circunstancias y experiencias de mi vida, que, junto a otras más placenteras sirvieron para moldear mi carácter de hoy.
LLUVIA
Por los cristales,
-ojos claros que miran tras de sí…-
babean caracoles de agua,
y abren surcos de llanto…
Yo,
en la monotonía de esta tarde de octubre lluviosa,
finjo apuestas de pensamiento…
Unos, lentos, firmes y restos
van hacia su muerte,
en el desconchado marco gris
Otros,
serpentean, ora rápido, ora despacio,
y a veces se paran…
Y una tras otra,
así voy pasando las horas
de esta mi vida sin rumbo y sin meta…
Como los cristales,
mirando lo que tengo dentro…
Madrid. Octubre de 1.957
DESCONTENTO
Vagar.
Vagar siempre,
sin saber por dónde ni a donde se va.
Cruzar caminos y sendas,
que no te llevan a ninguna parte,
cantando, tarareando,
silbando una triste vieja canción
por lo bajo.
Llevar la mano extendida,
por la orilla del camino,
e ir acariciando al paso,
flores, rejas, postes, arboles que pasan a nuestro lado…
Querer llegar a algo que esta más allá…,
a lo misterioso,
a lo oculto tras un recodo del camino.
Y cuando se llega, pensar:
“No, no es esto...”.
-Rosales en flor,
Madreselvas aromáticas,
Jazmines que embriagan…-
“¡Es aquello! Una débil mustia margarita solitaria,
en lo alto de una loma…
Y vagar. Vagar nuevamente,
buscando siempre, lo que hay en mí, en los otros..
Madrid, 6 de Abril de 1.958
Publicado por blog de Carlos Bermejo en 19:36